La insinuación de un plan gubernamental para frenar el órdago separatista del presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha causado una cierta conmoción en la Cataluña política, que se apresta a contrarrestar la que se considera "batalla político-mediática" que estaría dispuesto a dar Rajoy, que recalará estos días en Barcelona para presidir una convención del partido. Convergencia ha dado por perdido, de momento, el frente internacional y debe concentrase en el flanco interno, y así lo habría expresado Mas a sus consejeros en la última reunión, el martes, del ejecutivo autonómico.
Según informa La Vanguardia, Mas habría dicho a los suyos: "Es importante darnos a conocer en el extranjero, pero tenemos que explicarnos sobre todo en España". A este objetivo pretende dedicar todos sus esfuerzos en este momento la Generalidad, cuyos "estrategas", según la expresión del diario barcelonés, habrían concluido que "la opinión pública española no registra el grado de hostilidad hacia las reivindicaciones catalanas que refleja la opinión publicada". Tras esa consideración, el texto afirma: "Las fuentes gubernamentales (de la Generalidad) no ocultan su preocupación por la nula presencia de dirigentes políticos, intelectuales y creadores de opinión catalanes en los debates que se organizan en el resto de España para hablar de Cataluña".
De esta forma, el plan de Mas prevé que los consejeros y asesores del president emprendan una gira fuera de Cataluña con actos en universidades, foros políticos y entrevistas en medios de comunicación, así como el despliegue de opinadores partidarios de la causa, quienes, una vez copados los medios catalanes, tendrían la misión de difundir "mensajes políticos" en el resto de televisiones y radios.