Un segundo Buque de Proyección Estratégica (LHD), un segundo Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC), cuatro submarinos S-80, 5 nuevas fragatas F-110 o un ala embarcada conformada con cazas Harrier a punto de ser retirados del servicio y con difícil sustitución. Ésas son las previsiones que tiene la Armada sobre cómo será su situación en el periodo 2020-2025.
Así lo explicó este jueves el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), el almirante general Jaime Muñoz Delgado, durante un encuentro con los medios de comunicación en el Cuartel General de la Armada, en el que habla ampliamente sobre el presente y el futuro del arma del Ejército que dirige.
El máximo responsable de la Armada reconoció que se está apostando por "soluciones imaginativas para mantener la operatividad" y puso como muestra de ello los datos presupuestarios de los últimos años. Mientras el Ministerio de Defensa tenía un presupuesto del 6,86 por ciento de las cuentas públicas en 1991, en 2014 esa cifra se reduce hasta el 2,39 por ciento.
En lo que a la Armada se refiere, destacó que mientras en 2008 el presupuesto era de 1.308 millones de euros, en este año será de apenas 806 millones. En lo que se refiere al capítulo 2 del presupuesto, el que hay que mirar para ver la operatividad del arma marina, destacó que el descenso entre 2008 y 2014 ha sido del 40 por ciento, mientras que el presupuesto destinado a inversiones en este mismo periodo se vio reducido un 70 por ciento.
"Soluciones imaginativas" a la falta de dinero
Entre estas "soluciones imaginativas", destacó el alquiler durante un año entero del Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria a la Armada Real Australiana, con la tripulación española incluida, lo que ha permitido que el buque haya tenido 215 días de mar, haya navegado 78.000 millas (dos vueltas al mundo), haya realizado más de 50 maniobras RAS y haya participado en más de 150 operaciones con aeronaves, lo que nunca podría haberse realizado si todo eso se hubiese tenido que pagar con dinero de la Armada española. "Ha sido el barco más operativo de 2013", resaltó.
Adelantó que la Armada está manteniendo "conversaciones" con las Marinas de otros países ante la posibilidad de poner en marcha ejercicios similares como el desarrollado con la Marina Real Australiana con el objetivo de ganar en operatividad y adiestramiento de los militares.
Jaime Muñoz Delgado explicó también por qué se tuvo que dar de baja el barco más emblemático de la Armada: el portaaeronaves R-11 Príncipe de Asturias. "La Armada no podía mantener el barco con este presupuesto. Necesitaba reformas en su sistema de seguridad, en tecnología y en los elementos de vida a bordo". También detalló las dificultades para su venta: "A la Armada le costó muchos años estar preparada para operar con el R-11. Ha habido visitas e intercambio de información, pero operar un barco así no es fácil y no estaba como para navegar al día siguiente".
Quiso destacar dos de los futuros proyectos estrellas. El primero fue la fragata F-110, todavía en pleno desarrollo del proyecto, y que serían las llamadas a sustituir a las actuales F-80 de clase Santa María. Según explicó, cubrirán el hueco entre las actuales BAM (Buques de Acción Marítima) y las fragatas-destructores de la clase F-100. "Podrán emplearse tanto en escenario de baja como de alta intensidad, estarán preparadas para trabajar en zonas cercanas al litoral de la costa y tendrán capacidad antisubmarina", explicó.
Submarino S-80, UAV y ala embarcada
Sobre los submarinos S-80, destacó que "van a ser uno de los mejores submarinos convencionales del mundo", pero reconoció que los problemas de peso en su diseño, que se han resuelto alargando el casco, han retrasado su fecha de entrega hasta una fecha que no se atrevió a pronosticar. Lo que sí dijo Jaime Muñoz Delgado es que "los problemas se están encarrilando" y destacó que "este submarino tiene una acumulación de tecnología muy avanzada desarrollada en España" casi íntegramente.
Ante el retraso de este submarino, que proporcionará inteligencia, apoyo a grupos navales y guerra antisubmarina, aseguró que esto hace obligatorio que el S-74 Tramontana entre en astilleros para hacer la gran carena, porque "no podemos perder submarinos antes de la llegada de los primeros S-80".
El programa de modernización de los helicópteros Augusta Bell 212 transformará estos veteranos aparatos en "un helicóptero prácticamente nuevo" que estará "puesto al día" en sistemas y tecnología. Dijo que la entrega de los dos primeros tendrán lugar durante este mismo año 2014.
Sobre el futuro del ala embarcada de la Armada, exactamente sobre los cazas Harrier, dijo que no van a aguantar más allá de 2020-2025 y que España debe plantearse si puede entrar en el programa de caza F-35B, el único proyecto de avión de despegue vertical que hay actualmente en el mercado. "El F-35B es la única alternativa. Está complicado, no quiero decir que vaya a desaparecer. Habría que estudiar posibles sinergias con el Ejército del Aire, pero el futuro del ala embarcada es difícil. El F-35B es muy caro", dijo el AJEMA.
También habló sobre aviones no tripulados (UAV). Explicó que están buscando sistemas no tripulados con los que operar, pero señaló que "el mercado de los embarcables es escaso". Recordó los diferentes modelos que se han probado y se están probando en sistema de leasing, como el ScanEagle o un modelo de SAAB, pero dijo que todos han planteado "problemas". "Estamos a la espera de que en el mercado aparezca un modelo bueno para nosotros", continuó.
Primer destructor del escudo antimisiles
El AJEMA confirmó que el primero de los cuatro destructores de Estados Unidos que integrarán el escudo antimisiles de la OTAN llegará a la base naval de Rota (Cádiz) el próximo 11 de febrero. Se trata del USS Donald Cook, con más de 200 marinos a bordo, que partió hace unas semanas desde su ya antigua base de Norfolk (Virginia) rumbo a la población gaditana.
El segundo de estos destructores, que van equipados con los sistemas de combate Aegis, capaz de detectar y destruir en vuelo misiles, está previsto que llegue a la base española en junio de este año, mientras que la llegada de los otros dos restantes no tiene una fecha definitiva, aunque lo harán a los largo del año 2015.
Jaime Muñoz Delgado precisó que la base de Rota está lista para recibir a los buques y que sus muelles, "prácticamente nuevos tras las obras realizadas", están preparados. Según recordó los muelles 1 y 2 fueron reformados hace unos años, mientras que el 4 fue construido con suficiente calado como para que pudiese atracar el LHD Juan Carlos I. Además, el muelle número 3 ha sido totalmente reformado con dinero de los Estados Unidos para que esté listo.