El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha considerado este jueves que el auto emitido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Estepona donde se imputa a su mujer, Lourdes Cavero, por la compra del ático que el matrimonio tiene en Andalucía no está "suficientemente elaborado". También ha apuntado que todo sale de una "investigación policial ilegal".
Así ha respondido el dirigente madrileño en declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press, tras ser preguntado por si ha sentido alivio después de conocer que la Fiscalía Anticorrupción tiene previsto recurrir antes de que termine esta semana dicho auto al entender que está muy mal fundamentado.
Como el miércoles, el titular del Gobierno madrileño ha señalado que respeta dicha resolución pero que no es "capaz" aunque la haya leído "muchas veces" de ver qué hechos son "indicios constitutivos de delito" o cuáles hechos y delitos son imputados. "Lo he leído muchas veces y no hay ni uno. No es un auto suficientemente elaborado", ha entendido.
Por otro lado, ha recordado que el origen de estas actuaciones viene de una "presunta comisión" que se le dio por la compraventa de unas parcelas en Arganda del Rey dentro del denominado como caso Gürtel. En este sentido, ha puntualizado que este caso en la Comunidad de Madrid está "instruido, es público y en ninguno de los folios" del mismo en los que se refiere a esa operación urbanística figura él "absolutamente para nada y así ha quedado acreditado en el sumario".
"No tengo nada que ver con eso", ha apuntado González, quien ha destacado que todo sale, además, de una "investigación policial ilegal" de la que "hoy no hay ningún dato sobre la mesa" y de las que, frente a todo lo que ha demostrado él con contratos de alquiler y compraventa y pagos y transferencias, "no se ha demostrado nada".
González también se ha desvinculado de todo lo que tenga que ver con Coast Inversors, propietario inicial del piso que alquilaba y después compró. En este sentido, se ha limitado a decir que él tenía un contrato de alquiler con él y que estuvo pagando "religiosamente" mediante transferencia bancaria desde su cuenta corriente de Caja Madrid.