Entre los últimos informes que ha recibido el juez José Castro sobre las cuentas de la infanta, figura uno que resume el dinero que acabó invertido en las obras del palacete de Pedralbes procedente de Aizoon, la sociedad que los duques de Palma compartían al 50 por ciento, así como otros gastos personales de los duques sufragados con los mismos fondos.
En el documento, la Agencia Tributaria estima en 436.703 euros el dinero que los Duques cargaron a Aizoon entre 2004 y 2006 por la rehabilitación de su vivienda barcelonesa y en 262.120 los fondos que destinaron a adquisiciones personales de 2004 a 2010.
El informe, de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Cataluña, responde a la petición del juez de que se analizaran las cuentas bancarias de la empresa de inmobiliaria y consultoría Aizoon para averiguar si se habían destinado fondos de la misma a satisfacer gastos para la rehabilitación de la vivienda y otros de carácter personal de la infanta.
En el análisis, encuadrado en las diligencias para investigar un posible delito fiscal y de blanqueo por parte de la infanta, Hacienda explica al juez José Castro que el estudio "no ha podido ser exhaustivo", porque hay salidas de fondos de las cuentas de Aizoon cuyo destinatario último no ha podido ser identificado.
Puntualiza también que en la mayoría de los casos, no es posible pronunciarse sobre "la persona concreta que pudo ordenar la realización del gasto y su correlativo pago".
De acuerdo al nuevo informe, el undécimo de los que ha solicitado el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, los gastos abarcan hasta un total de seis años, a lo largo de los cuales desde Aizoon se destinaron ingentes cantidades a compras particulares: 6.462 euros en 2004; 433.372 en 2005 -de los que 414.419 euros se destinaron a la reforma del palacete-; 33.747 en 2006; 48.326 en 2007; 62.977 en 2008; 79.840 en 2009 y 34.097 euros en 2010.
Los gastos particulares de los duques
Dentro de su pormenorizado análisis, la AEAT reserva un apartado a las operaciones llevadas a cabo con las tarjetas bancarias vinculadas a Aizoon, cargos cuyo importe asciende a un total de 109.299 euros. En esta línea, detalla los conceptos que motivaron cargos en la tarjeta titularidad de Aizoon y la Infanta, entre los que se encuentran 627 euros abonados en ropa infantil en Bonpoint, 845,3 en ocio infantil en el Centro Europeo de Barcelona, y 352 en L'Escarabat Negre por servicios de hostelería.
En cuanto a las operaciones relativas a la tarjeta titularidad de Urdangarín, éstas se engloban bajo conceptos como 'gastos de peajes y carburante' -1.265 euros-, 'billetes de líneas aéreas y ferrocarril' -58.365 euros-, 'restaurantes y alimentación' -13.816 euros-, 'hoteles' -10.271 euros- y 'otros gastos' como artículos de ropa, complementos de moda, entradas para espectáculos, libros, música, electrónica o floristería -8.312 euros-.
Estas cifras se suman a las que ya obran en poder del juez instructor y que le han sido aportadas por el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional en Baleares, entre las que destaca el pago de 139.000 euros por la adquisición y montaje de hasta 72 muebles y elementos del hogar como estanterías, butacas, sofás, mesas y cortinas de lujo para su uso personal.
Los Duques llegaron a adquirir a la empresa Rosa Cerveto Marta Mas S.L., a través de Aizoon, una estantería de 5.895 euros, un sillón giratorio por 1.552, una mesa de alumnio por 2.665, una alfombra 'little flowers' por 3.450, un 'pouf' de cuero por 968, diez sillas 'masai' de piel por un total de 9.550, dos sofás por 10.143, un mueble-bar por 6.298 y dos cortinas de estilo japonés por 5.580, entre otros numerosos artículos.
Por su parte, Marc Viader, arquitecto que reformó parte del palacete de Pedralbes, admitió ante agentes de la Policía Nacional haber facturado por estas obras 20.000 euros a través de Aizoon por orden de Urdangarín, concretamente en el año 2005, a pesar de que la factura se correspondía a nivel privado con el encargo de rehabilitación, reforma y ampliación del domicilio particular que el matrimonio posee en la calle Elisenda de Pinós de Barcelona.
Clases de 'coaching' por 6.672 euros, de salsa y merengue por 707, celebraciones de cumpleaños y eventos infantiles por más de 800 euros, así como comidas y cenas en lujosos restaurantes se añaden a la lista de gastos en que incurrieron los Duques con cargo a las cuentas de Aizoon, mientras ésta se nutría de los fondos que las Administraciones balear y valenciana pagaron al Instituto Nóos y cuya mayor parte, según los investigadores, fueron a parar a los bolsillos de Urdangarín y su exsocio Diego Torres.
En busca de indicios contra la infanta
Las pesquisas van encaminadas a averiguar si la hija del Rey era consciente de la procedencia ilícita del dinero que recibía Aizoon, lo que permitiría dilucidar si la duquesa incurrió en un delito de blanqueo de capitales, además de esclarecer si defraudó a la Agencia Tributaria, al facturar a Aizoon servicios personales que nada tenían que ver con la actividad de la empresa con el objetivo de reducir su tributación en la declaración del IRPF.
De hecho, la Audiencia Provincial de Baleares ya se pronunció al respecto en el auto por el que dejó abierta la vía a que la Infanta fuese imputada por los anteriores ilícitos penales, al sostener que si Aizoon estaba participada al 50 por ciento por la Infanta, no era más que una pantalla y se constituyó con una finalidad defraudatoria, no se entiende que sólo se atribuya la defraudación a uno de los socios (a Urdangarín).
Es más, el tribunal de la Sección Segunda apuntaba que la mujer de Urdangarín "debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda", tanto en lo que al impuesto de sociedades se refiere como respecto al IRPF, y que "se ha enriquecido con contratos ilegales y dinero público por facturas giradas por Aizoon a Nóos".