El consejero andaluz de Justicia e Interior, Emilio de Llera, ha reconocido que puede generar "cierta alarma" en la población el hecho de que Manuel González González, más conocido como el loco del chándal, pueda fijar su residencia en el municipio sevillano de Almadén de la Plata, si bien subraya que "ha cumplido ya el tiempo de prisión que ha cumplido" y, por tanto, "hay que darle la oportunidad de reinsertarse, que está en la ley".
En declaraciones a los periodistas en Cádiz al ser preguntado sobre este asunto, De Llera ha lanzado "un mensaje en principio de tranquilidad", puesto que esta persona ha cumplido condena y "la finalidad de las penas privativas de libertad es la rehabilitación y la reinserción".
Otra cuestión es que pueda generar "cierta alarma, sobre todo en poblaciones pequeñas, el regreso de una persona que ha cometido hechos tan graves". No obstante, insiste en que esos hechos "ya los cometió y legalmente ha pagado por ello", de manera que "no podemos estigmatizarlo permanentemente diciendo que hay que echarlo del país".
Cabe recordar que Manuel González González salía el pasado 22 de noviembre del centro penitenciario de Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) con -según un informe médico elaborado ante su inminente excarcelación- un riesgo "extremo" de volver a atacar a mujeres con posibilidad de matarlas, después de la derogación de la doctrina Parot tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
El loco del chándal agredió a principios de los años noventa con arma blanca a 16 mujeres desconocidas a las que también hizo tocamientos en zonas genitales, y le provocó la muerte a una de ellas; por todo ello fue condenado en 1997 a 169 años de cárcel.