Detenido en 1992, Javier Martínez Izaguirre, alias Javi de Usansolo, fue condenado a 744 años por seis asesinatos, entre ellos el niño de dos años Fabio Moreno, hijo de un guardia civil, además de siete atentados con resultado de muerte, seis asesinatos frustrados, depósito de armas, tenencia de explosivos y otros delitos relacionados con su actividad terrorista. Entre las condenas, figura la de 258 años por el atentado contra los guardias civiles que vigilaban la sede de Petronor en Somorrostro (Vizcaya), que causó seis heridos, y 136 años por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Mundía.
Además, el etarra participó, como miembro del grupo Gau Txori de ETA, en labores de seguimiento a personas que podrían ser objetivos de atentados terroristas. Por este motivo fue arrestado, por primera vez, en 1984.
De vuelta a la actividad terrorista, y junto al sanguinario Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, Martínez Izaguirre participó personalmente en la colocación de bombas-lapa debajo de vehículos de miembros de las Fuerzas de Seguridad. De esta forma asesinaron en Amorebieta al policía nacional Luis Alfredo Achurra Cianca el 14 de diciembre de 1990, asesinato por el que Martínez Izaguirre fue condenado a 27 años de cárcel en 1994.
Por el mismo método, la bomba lapa, Martínez Izaguirre participó el 7 de noviembre de 1991 en el asesinato del niño de dos años Fabio Moreno Asla, hijo del guardia civil Antonio Moreno Chica. Mientras él hacía labores de vigilancia, Gadafi colocó el artefacto explosivo en los bajos del vehículo familiar. Por este asesinato, Javi de Usansolo fue condenado a 85 años de prisión en 1995.
Apenas unos días después, el 19 de noviembre de 1991, Martínez Izaguirre acompaña a Gadafi a cometer el atentado contra el sargento de la Guardia Civil Pedro Carbonero Fernández en Galdácano, asesinado de dos tiros por la espalda mientras paseaba con su novia. Martínez Izaguirre fue condenado en 1996 a 30 años por este asesinato.
El 14 de enero de 1992 Martínez Izaguirre comete su último atentado mortal, por el que sería condenado a 30 años en 1996: el asesinato a tiros del policía nacional José Anseán Castro cuando se dirigía con su mujer a coger el autobús con el que se iba a trasladar a su trabajo en el cuartel de la Policía Nacional de Basauri.