Nacido en Pamplona hace 52 años, el terrorista de ETA Ignacio Erro Zazu Pelos fue condenado a 947 años, 9 meses y 14 días por cuatro asesinatos, 22 asesinatos frustrados y seis atentados con muerte, entre otros delitos relacionados con el terrorismo. Casi mil años en teoría porque, tras su salida de prisión, tan sólo habrá cumplido veintiséis.
Fontanero de profesión, entró a formar parte de la organización terrorista en 1980. Entre ese año y 1986, fue integrante de los grupos Donosti y Nafarroa Zarra de ETA. Su bautismo criminal llegó el 13 de octubre de 1980, cuando participó en el asesinato del teniente coronel de Ingenieros Lorenzo Motos Rodríguez en San Sebastián.
Seis meses después, el 14 de abril de 1981, participó en el asesinato en San Sebastián del teniente de Infantería retirado Oswaldo José Rodríguez Fernández; y un mes y unos días después, tiroteó en la localidad guipuzcoana de Irún al coronel mutilado de Infantería Luis de la Parra Urbaneja, que falleció dos días después del atentado.
El 5 de julio de 1981 asesinó al guardia civil de tráfico Luis Miranda Blanco, hiriendo a su compañero José Paradero Garrote. Los terroristas ametrallaron el vehículo policial cuando circulaban por la Nacional I Madrid-Irún a la altura de Lezo (Guipúzcoa). Estos tres últimos asesinos los comete en compañía de Jesús María Zabarte Arregui, el carnicero de Mondragón, que fue excarcelado el miércoles de la pasada semana.
Los dos últimos atentados mortales en los que participa tuvieron lugar en 1985 y 1986. El primero de ellos, el 25 de noviembre, cuando participó en el asesinato en San Sebastián de dos militares: José Manuel Ibarzábal Duque (marinero de segunda de la Armada) y Rafael Melchor García (cabo primero radiotelegrafista). El segundo, el 14 de marzo, cuando participa en el asesinato del policía José Antonio Álvarez Díez.
Fue detenido en 1987, cuando agentes de la Guardia Civil irrumpieron en el piso franco en el que se ocultaba su grupo etarra en Pasajes de San Juan (Guipúzcoa). Los etarras opusieron resistencia y se inició un duro tiroteo, en el que resultó muerta la terrorista de ETA Lucía Urigoita, a la que una de las balas la alcanzó en la nuca.
Durante sus años en prisión, Ignacio Erro Zazu se matriculó en la Universidad del País Vasco (UPV), llegando a licenciarse en Ciencias Políticas, para cursar estudios que le redujeran la condena. Su trayectoria académica fue investigada por la Fiscalía, como la de muchos otros terroristas, por la peculiaridad de sus matriculas, sus notas... y las irregularidad manifiesta en su admisión en el centro educativo, en el que figura con DNI falso, no se conoce el método de acceso (COU o acceso a mayores de 25 años), entre otras.
Durante 2012 le fue realizado un cateterismo en el corazón, razón por la que las estructuras políticas y sociales de ETA iniciaron una campaña para solicitar su liberación, junto a la de otros 13 terroristas que también padecían enfermedades. En agosto de ese año, una manifestación en San Sebastián para pedir su excarcelación reunió al diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano (Bildu); al alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izaguirre (Bildu); y al diputado de Amaiur en el Congreso de los Diputados, Mikel Errekondo.