El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha clausurado este domingo la Convención Nacional de Nuevas Generaciones en Madrid. En su intervención, se ha referido los dos años de legislatura que se cumplen ahora y ha querido explicar qué se ha hecho desde el Gobierno en este tiempo, qué se está haciendo y qué se va a hacer. También, ha dicho que quería explicar el "porqué" se estaban tomando esas medidas, a menudo impopulares.
En el día en el que las encuestas arrojan la mayor y más rápida pérdida de votos que se recuerda (según El Mundo ha perdido más del 30% de sus votantes en dos años), Rajoy ha insistido en los puntos habituales de su discurso: en las reformas estructurales que ha llevado a cabo su gobierno, en el esfuerzo de los españoles y en la mejoría de la situación económica con una nueva alusión a la prima de riesgo. También ha dicho que los problemas no se solucionan en media hora publicando una ley, aunque ha querido tranquilizar asegurando que España va por el buen camino y que pronto "veremos los frutos" de esos esfuerzos.
Sobre Educación, ha defendido al ministro José Ignacio Wert señalando lo necesario que resulta una reforma educativa, después del mal lugar en el que dejan a España los sucesivos informes Pisa. También se ha referido al desafío catalán que protagoniza Artur Mas con sus constantes alusiones al referéndum Ilegal que se propone hacer y su intención de separarse del resto de España.
En este sentido, Rajoy ha dicho que "vivimos en una gran nación que es la nuestra que es España, la más antigua y la que lleva más años viviendo unida". Además, ha dicho que no iba a aceptar que "nadie juegue con la soberanía nacional", unas palabras que han arrancado los aplausos de sus seguidores que han comenzado a corear el típico cántico de "¡Yo soy español, español, español!". Además, ha señalado que "no vamos a entrar en juegos de división y de regreso al pasado. Nosotros estamos en el futuro que se llama España y Europa".
A renglón seguido, ha reivindicado la Constitución de 1978 y ha dicho que, fue "difícil" aprobarla, pero ha garantizado "los derechos y libertades de los españoles", al tiempo que ha generado "el modelo de Estado más descentralizado" de la historia de España, unos años en los que el país ha experimentado "la mayor subida de nivel de vida en muchos siglos".
Por todo ello, ha afirmado rotundo que el futuro de España lo escribirán "entre todos los españoles". "Nadie se va a quedar fuera de las decisiones que nos afecten a todos. Y yo no voy a aceptar que nadie juegue con la soberanía nacional porque así lo pienso y porque soy el presidente del Gobierno", ha proclamado.