Gonzalo Rodríguez Cordero fue condenado a más de 1.000 años de prisión. Fue autor de muchos atentados con coche-bomba, entre ellos el que explotó en Madrid el 22 de noviembre de 1988 en la calle Guzmán el Bueno y que acabó con la vida del cámara de televisión Jaime Bilbao y del niño de dos años Luis Delgado Villalonga.
Rodríguez Cordero fue el que preparó el coche-bomba que el 6 de febrero de 1992 hizo explosión en la plaza de la Cruz Verde en pleno centro de Madrid destrozando una furgoneta militar y provocando la muerte de Antonio Ricote Castilla, Francisco Carrillo Pérez, Juan Antonio Núñez Sánchez, Ramón Carlos Navia Refojo y Emilio Domingo Tejedor Fuentes. Por este atentado Rodríguez Cordero fue juzgado en 2003, protagonizando todo tipo de desórdenes en la sala. Incluso llegó a desnudarse para forzar su expulsión, provocando la indignación de las viudas y otros familiares de los cinco asesinados.
También preparó el coche-bomba que el 19 de febrero de 1992 la banda terrorista hizo explotar en el barrio obrero de La Albericia de Santander matando a Julia Ríos Rioz, su marido Eutimio Gómez y al estudiante Antonio Ricondo Somoza.
Rodríguez Cordero proporcionó el coche-bomba con el que 21 de Junio de 1993 ETA asesinó en Madrid a seis militares y un civil en la confluencia de las calles de Joaquín Costa y López de Hoyos. Los asesinados fueron Javier Baró, José Alberto Carretero, José Manuel Calvo, Fidel Dávila, Domingo Olivo, Pedro Robles y Juan Romero. Por este atentado Rodríguez Cordero fue condenado a 930 años de prisión.
Gonzalo Rodríguez Cordero fue también condenado en 1995 a 136 años de prisión como cooperador necesario del atentado con coche-bomba en Muchamiel (Alicante) el 16 de septiembre de 1991, en el que murieron dos policías municipales (José Luis Jiménez y Víctor Manuel Puertas) y el conductor de la grúa municipal Francisco Cebrián.