El País echa espumarajos por la boca. "Sin culpables por el Prestige". "Libre de toda culpa queda el Estado español, no hubo tampoco por su parte ni actuación imprudente ni dolosa y queda eximido de toda responsabilidad en un accidente causado por un petrolero". ¡Un accidente! Que el PP no hundió el barco ni untó la costa de Galicia de chapapote a mala idea. ¿Pero en qué cabeza cabe? Y tampoco ven imprudencia en el alto cargo del Gobierno "que decidió llevar el buque fuera de la costa, una solución que a la postre resultó fallida". Pues claro, la decisión se tomó ¡sin consultar a El País!, leñe, que como son expertos en la materia hubieran dado con la solución perfecta. En el editorial muestran un total desconsuelo. "De la liberación en el océano de 63.000 toneladas de fuel tampoco tiene culpa alguna el gobierno de la época". Pero oiga, que era el Gobierno de Aznar, ¿cómo no iba a tener la culpa? Los jueces son unos fachas, fijo. Manuel Rivas, una de las estrellas del acontecimiento, intenta ser irónico. "El Prestige se hundió porque quiso". "El relato es inverosímil. Todo parece fruto del azar y no existe la causalidad", dice el lumbreras. A ver, chavalote. Accidente según la RAE: dícese de un "suceso eventual o acción del que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas". Quizás a Rivas se le nuble el entendimiento sumergido en los recuerdos de las "muchas declaraciones memorables en el florilegio del Prestige". Él recuerda a Trillo, los hiperfamosos hilillos de plastilina... Libertad Digital publica algunas otras. Pero hay una cosa en la que tiene razón: "Hubo una marea de intoxicación pública" monumental.
El Mundo tiene un disgusto morrocotudo por el tema de la pasta. "Nadie pagará nada por la catástrofe del Prestige". Pedro J. está casi tan desolado como Rivas. "No hay culpables ni responsables en el desastre ecológico provocado por el Prestige". "No cabe duda de que esta sentencia decepcionará a las acusaciones y a millones de ciudadanos que deseaban que la naviera o la aseguradora se hiciera cargo de los daños causados". Pues no, Pedro J., siento decirte que los que están que trinan son los socialistas, los del BNG, los de Nunca Máis y los de El País. "La factura recaerá sobre unos contribuyentes que van a tener que asumir unos cuantiosos daños provocados por nadie y por nada". Por peores cosas pagamos. A Manuel Jabois la sentencia le ha provocado un ataque de nostalgia. Positivo y optimista, echa la vista atrás y cree que "de algo valió aquello. Los voluntarios, los primeros y hermosos días de Nunca Máis, el coraje de los marineros. No es extraño que durante el Prestige se conociesen y enamorasen tantas parejas". Cuenta, Manuel, cuenta...
ABC, sin piedad, le restriega a gusto la sentencia a la izquierda. "La Justicia absuelve al Gobierno por la gestión de la catástrofe". El editorial hace un ejercicio de 'ni pa ti ni pa mi la perra gorda'. "Es indudable que se cometieron errores en la gestión y comunicación del accidente y que, incluso, algunos minusvaloraron en un principio las dimensiones del vertido y sus consecuencias" pero también "hubo una burda manipulación política del Prestige, que inauguró el 'todo vale' contra el PP, incluido el acoso, la agresión y la amenaza. La izquierda política y cultural volcó en este accidente toda su capacidad de engaño a la opinión pública… La maniobra de acoso y derribo contra el Gobierno popular funciono en las urnas, pero no en los tribunales". Menudo consuelo para un político.
"Nunca más", titula La Razón. "El fallo deja en evidencia la campaña de la plataforma Nunca Máis creada por el BNG y la izquierda para utilizar la tragedia contra el PP". Marhuenda pasa por alto errores del PP, lo que pasó fue "un hito en la manipulación política de la desgracia por parte de una oposición" y "convirtieron el desgraciado accidente en una suerte de causa general ajena a la búsqueda equilibrada de la verdad". "Era de esperar que los mismos que entonces manipularon la catástrofe para hacer daño al Gobierno y al PP hayan recibido la sentencia con un rechazo frontal, como si en el fondo percibieran en ella un tardío reproche a sus actos". Pues ya te digo que no, Marhu, lo que ven es que los jueces son del PP. Pilar Ferrer recuerda la actuación heroica de Rajoy, el "capitán en la tempestad". "Fueron días tremendos (…) afloraban mentiras, insultos y pancartas callejeras". Pero cuando parecía que íbamos todos a morir apareció "el gallego", que no es otro que Mariano Rajoy, que "aguanta, resiste y actúa". El héroe y mártir "soportó en el Congreso dos mociones de censura y toda la embestida política. Mientras unos agitaban la calle, gritaban, él gestionaba". Rajoy, por pudor, dales un toque, dejan el acontecimiento planetario de Pajín a la altura del betún.
La Gaceta dice que "Nada Máis" que "nueve meses de cárcel para el capitán del Prestige". Pero qué graciosillos son ¿verdad? "Once años después, la sentencia de la audiencia provincial de La Coruña cierra el caso Prestige que dio origen a la guerra sucia contra el PP desde el movimiento Nunca Máis hasta el asalto a las sedes del partido en la víspera de las elecciones que se celebraron tres días después del 11-M". Intereconomía ya sabía lo que iba a pasar. "La sentencia, teniendo en cuenta el colosal griterío mediático que se organizó en 2002, estaba destinada a recibir toda suerte de reproches, como en efecto ha ocurrido (…) Los partidos de izquierda que entonces hiper-politizaron las catástrofe tampoco han dejado pasar la ocasión sin volver a las andadas. Nada nuevo, pues". Kiko Méndez-Monesterio, siempre con ese ojo clínico que tiene, se lo veía venir. "Al final lo del Prestige parece que fue un accidente, algo que ya sospechaban los más avispados, muy reacios a creer que el PP tenía algún interés en provocar una marea negra", bueno, bueno, eso es porque no eres progre, que Aznar es malo, muuuuuy malo. Con todo lo que ha llovido desde entonces, los acosos, el "golpe del 13-M" "ahora llega la justicia y dice que fue un accidente. Y ya qué mas da lo que fuese". Pues eso digo yo también. A freír espárragos, hombre, a buenas horas mangas verdes.