El pleno, que se adelanta al jueves pese a que inicialmente estaba convocado para el viernes, supondrá previsiblemente la excarcelación de hasta doce terroristas, después de que el Supremo haya tumbado la doctrina Parot que este mismo tribunal impuso en 2006. Este es el perfil de los trece terroristas:
Antonio López Ruiz, Kubati. Fue condenado a 1.210 años por 13 asesinatos y 16 atentados frustrados. Detenido en 1987, estuvo a punto de ser excarcelado en 2007 por una redención de condena por estudios, pero la aplicación de la doctrina Parot frenó su salida de prisión que quedó fijada para 2017. Estaba al mando del grupo Goierri Costa de ETA y participó en múltiples asesinatos, como el de la exetarra Dolores González Cataraín Yoyes, o el guardia civil Antonio Mateo Melero. El historial asesino de Kubati incluye el asesinato del electricista Juan Sánchez Sierro el 8 de noviembre de 1984; el del policía nacional Mohamed Ahmed Abderrahman (23 de noviembre de 1984); el del exconcejal y militante de UCD José Tomás Larrañaga Arenas el 31 de diciembre de 1984; el atentado el 28 de junio de 1986 contra los Grupos Antiterroristas Rurales de la Guardia Civil en el que falleció en el acto Francisco Muriel Muñoz y quedó gravemente herido el agente José Carlos Marrero Sanabria con una insuficiencia respiratoria y un shock traumático que le provocaron una grave lesión cerebral de la que no se recuperó. El 27 de septiembre de 1987 Kubati participó en el atentado con coche-bomba en San Sebastián en el que murió en el acto el policía nacional Wenceslao Maya Vázquez. Uno de los peores atentados en los que participó Kubati fue el cometido en San Sebastián el 25 de octubre de 1986 en el que asesinó a tres miembros de la familia Garrido: el general de Brigada Rafael Garrido Gil (gobernador militar de Guipúzcoa), su mujer, Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, y el menor de sus seis hijos, Daniel Garrido Velasco. El soldado conductor, Norberto Jesús Cebrer Lozano, al que se dio inicialmente por muerto, sufrió quemaduras muy graves. Entre los numerosos transeúntes heridos, María José Teixera Gonçalves, ciudadana protuguesa, no pudo superar las graves heridos y falleció 16 días después, el 11 de noviembre.
Inmaculada Noble Goicoechea. Fue condenada a 325 años de prisión. Novia del sanguinario Iñaki de Juana Chaos desde la juventud hasta que éste conoció a Irati Aranzabal en prisión, Noble Goicoechea formó parte del grupo Madrid de ETA junto al propio De Juana, Soares Gamboa, Antonio Troitiño, Inés del Río Prada, Idoia López Riaño y Esteban Esteban Nieto. Se le atribuye la participación en la elaboración de informes para intentar asesinar a los populares Carlos Iturgaiz y Leopoldo Barreda, y el exdirigente del PNV Xabier Arzalluz. Noble Goicoechea fue cómplice en el atentado cometido con coche-bomba el 25 de abril de 1986 en el cruce de las calles Juan Bravo y Príncipe de Vergara de Madrid contra un furgón de la Guardia Civil, en el que resultaron muertos cinco miembros de la Benemérita (Juan José Catón Vázquez, Juan Carlos González Rentero, Alberto Alonso Gómez, Vicente Javier Domínguez González y Juan Mateos Pulido) y cuatro más heridos de gravedad. Por este atentado la etarra Noble Goicoechea fue condenada en 1990 a 238 años de cárcel. Dos meses después, el 17 de junio de 1986, Inmaculada Noble Goicoechea volvió a atentar en Madrid, ametrallando el coche en el que viajaban el teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas Martínez y el soldado conductor Francisco Casillas Martín. Por este triple asesinato, Inmaculada Noble fue condenada a 87 años de cárcel en 1989.
José Félix Zabarte Jainaga. Formó parte del grupo Vizcaya de ETA y él mismo reconoció ante las Fuerzas de Seguridad su participación en 15 atentados mortales. Uno de los más terribles fue el asesinato de dos policías en Bilbao y la mujer de uno de ellos embarazada de siete meses el 4 de mayo de 1983. Eran el teniente de la Policía Nacional Julio Segarra Blanco, al que pretendían secuestrar, Pedro Barquero González (cabo de la Policía Nacional), y su mujer, María Dolores Ledo García. También fue condenado por el asesinato en Bilbao del policía nacional Bernardo Pérez Sobrino cometido el 2 de abril de 1984 y el asesinato del cabo primero de la Policía Nacional Luis Navarro Izquierdo el 16 de mayo de 1985 mediante la explosión de un coche-bomba en Basauri que dejó heridos a otros diez agentes de policía. Por este atentado Zabarte Jainaga fue condenado a 298 años de prisión. El 24 de junio de 1985 José Félix Zabarte asesinó en Lequeitio al marinero Ignacio Montes Abad de tres disparos a quemarropa, por el que sería condenado en 1986 a 27 años de cárcel. En esta misma localidad vizcaína, pero once meses antes (el 25 de julio de 1984), el etarra asesinó de un tiro en la nuca al policía municipal Juan Rodríguez Rosales, asesinato por el que fue condenado a 29 años de cárcel.
Gonzalo Rodríguez Cordero. Fue condenado a más de 1.000 años de prisión. Fue autor de muchos atentados con coche-bomba, entre ellos el que explotó en Madrid el 22 de noviembre de 1988 en la calle Guzmán el Bueno y que acabó con la vida del cámara de televisión Jaime Bilbao y del niño de dos años Luis Delgado Villalonga. Rodríguez Cordero fue el que preparó el coche-bomba que el 6 de febrero de 1992 hizo explosión en la plaza de la Cruz Verde en pleno centro de Madrid destrozando una furgoneta militar y provocando la muerte de Antonio Ricote Castilla, Francisco Carrillo Pérez, Juan Antonio Núñez Sánchez, Ramón Carlos Navia Refojo y Emilio Domingo Tejedor Fuentes. Por este atentado Rodríguez Cordero fue juzgado en 2003, protagonizando todo tipo de desórdenes en la sala. Incluso llegó a desnudarse para forzar su expulsión, provocando la indignación de las viudas y otros familiares de los cinco asesinados. También preparó el coche-bomba que el 19 de febrero de 1992 la banda terrorista hizo explotar en el barrio obrero de La Albericia de Santander matando a Julia Ríos Rioz, su marido Eutimio Gómez y al estudiante Antonio Ricondo Somoza. Rodríguez Cordero proporcionó el coche-bomba con el que 21 de Junio de 1993 ETA asesinó en Madrid a seis militares y un civil en la confluencia de las calles de Joaquín Costa y López de Hoyos. Los asesinados fueron Javier Baró, José Alberto Carretero, José Manuel Calvo, Fidel Dávila, Domingo Olivo, Pedro Robles y Juan Romero. Por este atentado Rodríguez Cordero fue condenado a 930 años de prisión. Gonzalo Rodríguez Cordero fue también condenado en 1995 a 136 años de prisión como cooperador necesario del atentado con coche-bomba en Muchamiel (Alicante) el 16 de septiembre de 1991, en el que murieron dos policías municipales (José Luis Jiménez y Víctor Manuel Puertas) y el conductor de la grúa municipal Francisco Cebrián.
Francisco Javier Lujambio Galdeano. Fue condenado a 54 años de cárcel. Participó en el asesinato de dos guardias civiles que cenaban en el bar Huici de Goizueta (Navarra), el cabo Francisco Ruiz Fernández y el guardia Francisco Puig Mestre, el 16 de mayo de 1980. El grupo de ETA Militar, conformado por cuatro pistoleros, entró en el bar, abrió fuego, y después huyó en una furgoneta por una pista forestal.
Detenido en las proximidades de la ciudad francesa de Biarritz en 1984 cuando formaba parte del grupo Adarra de ETA, fue el primer terroristas de ETA extraditado por el Gobierno francés a España.
Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulo. Fue condenado a 45 años a prisión por su participación en varios atentados terroristas contra vehículos de la Guardia Civil, tenencia de explosivos y el asesinato del subcomisario de Policía Agustín Ruiz Fernández de Retana, al que el grupo terrorista del que formaba parte disparó en la nuca por la espalda el 29 de julio de 1985 en Vitoria.
Pedro Odriozola Aguirre. Fue condenado a 162 años por atentado con muerte, asesinato frustrado y tenencia de explosivos. Participó en un atentado contra un convoy de la Guardia Civil en Tolosa el 29 de enero de 1979. Como consecuencia del mismo fallecería unos días después (el 4 de febrero) el agente Esteban Sáez Gómez. Tras la explosión de la bomba al paso del convoy, los terroristas ametrallaron el mismo. Varios agentes resultaron heridos muy graves, con secuelas de por vida. Por este atentado Odriozola Aguirre fue condenado en 1991 a 25 años. Además fue también condenado por asesinato frustrado y tenencia de explosivos. Fue detenido en 1988, junto a otros dos miembros de ETA con los que, al parecer, formaba un grupo de apoyo a los autores del atentado contra la casa-cuartel de Zaragoza. Tenía prevista la salida de la cárcel en 2018.
Juan María Gabirondo Agote, (alias Chispas) fue condenado a 124 años por asesinato, atentado con muerte, tenencia de explosivos y depósito de armas. Su salida de prisión se retrasó a 2016, cuando tenía previsto haberlo hecho en 2008. El 18 de agosto de 1986 asesinó en Villarreal de Álava al coronel del Ejército de Tierra en la reserva activa José María Picatoste González de Echávarri. En 1989 la Audiencia Nacional condenó a Francisco Antonio Cabello Pérez y a Juan María Gabirondo Agote por el asesinato de José María Picatoste, con los agravantes de alevosía y premeditación, a 29 años de prisión. El 2 de noviembre de 1986 fue asesinado Genaro García de Andoain Larrinaga, delegado para Asuntos de Policía del Gobierno vasco, durante el enfrentamiento de una unidad de la Policía Autonómica vasca y miembros de ETA que tenían secuestrado en el monte Gorbea (Vizcaya) al empresario y militante del PNV Lucio Aguinagalde Aizpurúa desde el 15 de octubre de ese mismo año. En el enfrentamiento en el que resultó muerto García de Andoain, el etarra Gabirondo Agote fue herido y detenido, siendo posteriormente condenado a 29 años de prisión. El empresario secuestrado fue liberado sin sufrir daños y en buen estado de salud.
Pedro María Rezabal Zurutuza. Fue condenado a 30 años de prisión por delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos y estragos. Fue integrante del grupo Haizea de ETA. Fue condenado también por complicidad en el asesinato del guardia civil jubilado José Herrero Quiles el 26 de noviembre de 1985 en Lasarte. Su salida de prisión estaba prevista para 2016.
Miguel Turrientes Ramírez. Fue condenado a 54 años de cárcel. Integrante del grupo Ipar Haizea de ETA, participó en el asesinato del Guardia Civil jubilado José Herrero Quiles, al que dispararon dos tiros cuando salía de un bar en la calle Ignacio de Loyola de Lasarte (Guipúzcoa). En el momento de los hechos, la víctima iba acompañado por uno de sus hijos, Juan José, que tenía 19 años en ese momento.
Detenido en 1986, fue condenado dos años después por este asesinato. También fue declarado culpable de otros delitos, como integración en banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos y estragos terroristas. Fue fecha inicial de salida de prisión era abril de 2009, aunque tras la aplicación de la Doctrina Parot fue retrasada hasta 2016.
María Josefa Uzkudun Etxenagusia. Fue condenada a 50 años de prisión. Formó parte del grupo Gohierri Urola Kosta de ETA, que estuvo operativo en Guipúzcoa entre 1989 y febrero de 1991. Participó en sendos ataques con lanzagranadas contra las casas-cuartel de las localidades guipuzcoanas de Deba y Zarauz.
Esta terroristas también participó en la colocación de un coche-bomba en la autopista A-8, que une Bilbao con la frontera francesa, cargado con 50 kilogramos de explosivo amosal y 50 kilogramos más de metralla. La intención de los etarras era hacerlo estallar al paso de una patrulla de la Guardia Civil, pero no llegó a estallar. Su salida de prisión estaba prevista para el 2021.
Antonio Alza Hernández. Salmantino de nacimiento, es el primer terrorista de ETA que se acogió a la denominada vía Nanclares en salir de prisión. Su primera detención se produjo en San Sebastián en octubre de 1984 acusado de facilitar información para objetivos a un grupo de ETA. Fue condenado a tres años de prisión, que cumplió íntegramente. En 1989 volvió a ser detenido, cuando se dedicaba a instruir a grupos de terroristas callejeros sobre estrategia en guerrilla urbana y sobre cómo atacar potenciales objetivos. Fueron cazados in fraganti intentando atacar un edificio de la Hacienda guipuzcoana en San Sebastián. Su tercera y última detención fue en octubre de 1991, cuando formaba para del grupo Mendy de ETA. Fue condenado a 30 años por delitos de integración en banda armada, estragos terroristas, daños y lesiones, puesto que a su grupo fue el responsable de la colocación de una bomba en la estación de Renfe de Rentería (Guipúzcoa). Fue uno de los etarras que se acogió a la vía Nanclares en plena negociación política entre el Gobierno Zapatero y ETA. En enero de 2010 firmó una carta junto a otros siete terroristas en la que anunciaron su "desvinculación por voluntad propia" de ETA. Posteriormente, firmó una carta-tipo de perdón dirigida a las víctimas del terrorismo, siguiendo los pasos marcados por la propia vía Nanclares.
Raúl Ibáñez Díaz. Fue condenado a 65 años de prisión. Era miembro de un grupo satélite del Vizcaya de ETA que fue desarticulado por la Ertzaintza en 1991. Fue encontrado culpable de varios delitos relacionados con la actividad terrorista. Tenía fecha de salida para 2010, pero tras serle aplicada la doctrina Parot la nueva fecha quedo fijada en agosto de 2021.