El Gobierno andaluz aprobó ayer el decreto de Evaluación del Sistema Educativo, que prohíbe expresamente los métodos de evaluación que suponen clasificaciones o tienen consecuencias segregadoras, como la publicación de listas de centros, alumnado y profesorado. Con este decreto se hace imposible conocer qué colegios son los mejores de Andalucía y por qué. Además, es uno de los pasos que la Junta da para confrontarse directamente con la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), como los efectos académicos de las reválidas
El consejero de la Presidencia y hombre de confianza de la presidenta Susana Díaz, Manuel Jiménez Barrios, ha explicado que este decreto pretende evitar que se establezcan públicamente diferencias entre los centros, para lo que se prohíben expresamente los ranking de calificaciones. "Es un elemento diferenciador claro, frente a la tendencia del ranking, Andalucía apuesta por un carácter exclusivamente formativo orientado a la equidad", dice.
De este modo se trata de dar cobertura normativa al sistema de diagnóstico desarrollado por la Junta en los últimos años para garantizar la equidad en las aulas andaluzas y avanzar en la "generalización del éxito escolar", dijo aunque no explicaba cómo se hace eso sin saber qué centros son mejores y obtienen mejores resultados. Por ejemplo, gracias a esos rankings sabemos que no hay ninguna universidad andaluza entre las mejores de Europa ni del mundo.
El conocimiento de quiénes son mejores o peores sólo estará en manos de la Junta que establecerá las bases reguladoras de una evaluación dirigida, según dice, a la mejora permanente, que permite identificar y destacar las buenas prácticas profesionales, detecta las áreas en las que se debe progresar, orienta la toma de decisiones y permite contrastar los logros obtenidos.
Curiosamente, el decreto dice establecer disposiciones para asegurar la autonomía de los centros, que realizan sus propias memorias de autoevaluación, y armonizar su trabajo con los otros dos agentes principales del proceso de mejora de la calidad: la Inspección y la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa.
Lo cierto, y así lo subraya ABC hoy mismo, es que la Consejería de Educación ha decidido poner punto y final a las clasificaciones de los colegios en función de las notas de los alumnos con la aprobación de un Decreto de Evaluación del Sistema Educativo. Según la Junta, frente a esta tendencia que se refleja en las reválidas con efectos académicos de la Ley de Educación del Gobierno central, la Lomce, el modelo andaluz "tiene un carácter exclusivamente orientado a la mejora de la calidad y la equidad del sistema mediante la detección y corrección de problemas".
La norma de la Junta, destacó el consejero, también establece disposiciones "para asegurar la autonomía de los centros, que realizan sus propias memorias de autoevaluación, y armonizar su trabajo con los otros dos agentes principales del proceso de mejora de la calidad: la Inspección y la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa".
Aunque esta Agencia creada en 2008 está encargada de realizar las pruebas de diagnóstico en los colegios e institutos; homologar los criterios y métodos; valorar el funcionamiento de sus programas y servicios, y acreditar la labor del personal docente, sus datos no serán públicos. Tampoco el resultado de las pruebas instrumentales "Escala", para la detección precoz de dificultades básicas entre los 180.000 alumnos de 2º de Primaria, y las de evaluación de diagnóstico.
Sólo se conocerá la situación andaluza en comparación con otras regiones por la participación de la región en pruebas nacionales e internacionales como las del Programa Internacional de Evaluación del Alumnado (PISA), el Estudio sobre el Progreso en Comprensión Lectora, o la Evaluación General del Diagnóstico que organiza el Ministerio de Educación.