El hombre que se hizo pasar por cura y por funcionario de prisiones este miércoles para entrar en la vivienda del extesorero del PP, Luis Bárcenas, quería obtener información para "presionar" al Gobierno y exigirle soluciones al paro.
El abogado del detenido, Félix Bernal, ha ofrecido esta versión después de reunirse con su cliente, Enrique Olivares García, de 64 años, en los calabozos de Plaza de Castilla. El arrestado, que está acusado de los delitos de tenencia ilícita de armas, amenazas, lesiones, allanamiento de morada y detención ilegal, prestará declaración a lo largo de la mañana de este viernes ante el titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid.
Bernal ha explicado que su cliente estaba en su casa de Cuenca cuando empezó a pensar en la situación de España, el paro y la falta de expectativas de los jóvenes, y se planteó qué podía hacer. Olivares García, según su letrado, pensó que si Bárcenas podía "poner en jaque" al Gobierno con la información de la que disponía, si él accedía a esos datos, podría amenazarle con hacerla pública si no arreglaba el problema del paro.
Bernal ha precisado que el revólver que su defendido utilizó para intimidar a la familia de Bárcenas era del siglo XIX, aunque estaba cargado con cartuchos de fogueo. El letrado pedirá un examen psiquiátrico de su cliente y solicitará al juez su libertad o, de forma subsidiaria, medidas cautelares.
Olivares García "no tiene nada contra Bárcenas", al considerar que "ladrón que roba a un ladrón tiene cien años de perdón", ha explicado el abogado. La letrada de la acusación particular, María Dolores Márquez de Prado, que se ha personado en el Juzgado para interesarse por el procedimiento, ha indicado que la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, se encuentra "bien" después del suceso.
En busca de los pendrive
Agentes de la Policía Municipal de Madrid arrestaron a Olivares García después de que entrase en la vivienda de la familia de Bárcenas vestido de cura y asegurando que era funcionario de Instituciones Penitenciarias, tras lo que sacó un revólver con el que amenazó a la mujer del extesorero, su hijo y una empleada del hogar, y les maniató.
El hombre, que según las primeras investigaciones sufre un trastorno psicológico, exigió a las víctimas que les entregara los "pendrive" de la supuesta contabilidad B del PP con la intención de demostrar que "el Gobierno miente".
El hijo de Bárcenas logró desatarse y reducir al agresor, tras lo que la mujer del extesorero del PP y la empleada del hogar pidieron ayuda y varias personas accedieron a la vivienda para ayudarles.
El secuestro duró más de una hora, según fuentes de la investigación, que precisaron que el arma que tenía el falso cura era un revólver muy antiguo con munición de fogueo.