Apenas 24 horas ha tardado Inés del Río en salir a la calle, un tiempo récord para ejecutar una sentencia, a pesar de las dudas de los juristas sobre si España está obligada o no en este caso. De hecho, según el catedrático de Derecho Constitucional Carlos Ruiz Miguel, España no estaba obligada a excarcelar a la etarra.
Sin embargo, poco antes de las 16.30 horas, la terrorista de ETA Inés del Río Prada, que participó en 25 asesinatos, era recibida por sus familiares y amigos a las puertas de la prisión coruñesa de Teixeiro. Y es que la Audiencia Nacional acordaba su puesta en libertad, por unanimidad, en un pleno extraordinario celebrado a primera hora de la mañana, menos de 24 horas después de la sentencia de Estrasburgo.
Una celeridad, insólita en la Justicia española, que ha sorprenido incluso en los órganos judiciales. El juez decano de Madrid José Luis González Armengol, comentaba en Es la Tarde de Dieter que "no hubiera pasado nada" si Inés del Río hubiera seguido unos días más en prisión hasta que se formalizase la sentencia de Estrasburgo. "No tengo constancia al cien por cien de la que la sentencia haya sido notificada de manera ultrarrapida", dijo.
El Gobierno por su parte, se ha lavado las manos, como si la responsabilidad recayese exclusivamente en la Audiencia Nacional. Pero, tal y como explicó en esRadio el exmagistrado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Javier Borrego predecesor de López Guerra la decisión de ejecutar o no la sentencia corresponde a la "parte contratante" del Convenio de adhesión al Tribunal y la parte contratante es el Reino de España. En otras palabras, el responsable de la ejecución de la sentencia es el Gobierno.
En el auto, los magistrados de la Audiencia Nacional indican que el fallo del TEDH es claro "y concluyente" y que "desde hoy se consideran extinguidas sus responsabilidades penales por cumplimiento de condena" tras 26 años y tres meses entre rejas.
Pasada las una de la tarde, la abogada de Inés del Río entraba al interior de la prisión para realizar las gestiones necesarias para la puesta en libertad mientras comenzaban a llegar al centro familiares y amigos. Unas 25 personas la esperaban en las puertas del centro penitenciario con una ikurriña, con la que Del Río se ha tapado la cara. Inés del Río y las personas que aguardaban la salida de la etarra abandonaron las instalaciones de la prisión en seis coches.
Inés del Río fue condenada a más de 3.000 años de prisión por su participación en distintos atentados, como el de la Plaza de República Dominicana, que dejaron la cifra de 23 muertos y más heridos. Sin embargo, la etarra ha salido de prisión tras 23 años de cárcel por lo que ha cumplido menos de un año de cárcel por cada uno de los asesinatos en los que participó.