La sociedad presidida por la infanta Cristina mantiene aún 547.000 euros de origen ilícito en sus cuentas, según ha revelado El Mundo. Este dinero, desviado desde Noos, podría ser clave para que el juez José Castro impute a la infanta por un delito de blanqueo de capitales. La investigación judicial en vigor pretende determinar cuántos fondos de origen ilícito obran en el poder de la infanta Cristina.
Según asegura el diario, dichos fondos proceden del Instituto sin ánimo de lucro, desde donde fueron desviados a Aizoon a través de facturas falsas. Este "remansado" adquiere especial relevancia a ojos de los responsables de la investigación teniendo en cuenta que desde el año 2011 la sociedad Aizoon ha pasado a tenerla a ella como presidenta después de que ocupase la Secretaría del Consejo de Administración. De tal manera que, en el caso de que el matrimonio disolviera en estos momentos la entidad, a Cristina de Borbón le correspondería la mitad.
A falta de completar las últimas diligencias solicitadas, José Castro ya tiene acreditado que la hija del Rey utilizó a su antojo los fondos procedentes del Instituto Nóos para sufragar todo tipo de gastos personales.
En este procedimiento ya han aflorado pagos librados por la infanta de lo más variado, que van desde gastos relacionados por la comunión de sus hijos como la compra de ropa en una tienda de lujo en Barcelona. Comidas, restaurantes de lujo, música, safaris en África... Todos fueron realizados personalmente por la infanta, por lo que no puede alegar, como hasta ahora, que los movimientos de Aizoon corrían a cargo de su esposo, Iñaki Urdangarín.