Tal día como hoy, 17 de octubre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada que el actor Willy Toledo se sumó a la campaña de apoyo a Otegi para lo que se fotografió con un cartel en el que aparecía el número 8719600510, que corresponde al registro penitenciario del dirigente de Batasuna. El actor quiso expresar así su solidaridad con el terrorista, al que considera un preso político.
La imagen levantó ampollas en Twitter. Un miembro de la red social escribió: "En España hay dos tipos de personas: los españoles y Willy Toledo, que está en el limbo entre lo indecente y lo inmoral". Otro lo calificó como una "gilipollez en estado puro".
Tres días antes, Willy Toledo presentó en San Sebastián su libro "Razones para la rebeldía". Allí dijo, entre otras cosas, que prefería dirigentes como el venezolano Hugo Chávez a los políticos "robot", una categoría en la que incluyó a Zapatero y Obama.
La presentación del libro corrió a cargo del músico Fermín Muguruza, referente musical del entorno proetarra. Entre el público se encontraba el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izaguirre y Hodei Otegi, hijo de Arnaldo Otegi. El músico bromeó sobre cómo podía afectar a la imagen del actor que contara con la presencia del miembro de Bildu y el hijo de Otegi.
La relación de Toledo con el entorno proetarra no era nueva. En marzo de 2011 apoyó la legalización de Sortu. El diario Gara aseguró que el actor había firmado un manifiesto en el que se exigía la legalización de la nueva marca de Batasuna-ETA. El texto que firmó Willy Toledo decía: "Tras un intenso debate, ha vuelto a demostrar su voluntad y vocación de superar el conflicto político vasco a través de vías exclusivamente políticas y democráticas, mostrando además su voluntad de constituir una formación política que trabaje por la consecución de la paz y el desarrollo de un proyecto legítimo".
Más recientemente, en enero de 2013, los actores Willy Toledo y Pilar Bardem respaldaron la manifestación convocada por la plataforma de apoyo a los presos de ETA, Herrira, que tuvo lugar en Bilbao. Dicha marcha llevaba por lema "Derechos humanos. Solución. Paz. Euskal Presoak Euskal Herrira" y reivindicaba el fin de la dispersión y la liberación de los terroristas encarcelados con enfermedades graves así como dejar de aplicar la doctrina Parot que alarga las condenas.