Fue el 23 de abril de este mismo año cuando se fraguó el llamado "pacto de los amigos". El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, movía los hilos para coordinar una comida en secreto -por poco tiempo-, entre los dos políticos vascos, Patxi López y Eduardo Madina, a quienes todos, hasta ellos mismos -aunque sólo en privado-, adjudican su condición de aspirantes al duelo de las primarias. Sabía entonces Rubalcaba que no sería fácil cumplir lo que se selló en dicho almuerzo: no dar un paso hasta que Alfredo de el pistoletazo de salida.
"Hablé con Alfredo y creo que las cosas están absolutamente claras, por mi parte y por la suya", dijo Madina al trascender el encuentro. Pero lo que ambos, López y Madina tenían entonces claro, y ya no tanto, es que Rubalcaba no se presentaría a esas primarias.
Las cosas han cambiado. Según el diario La Razón, el distanciamiento entre Rubalcaba y Patxi López viene precisamente porque López se siente dolido y engañado; porque entiende que Rubalcaba ha roto el pacto no escrito por el que el exlehendakari cogería el testigo de la secretaría general del PSOE; y porque presidente que en los cálculos de Rubalcaba está el volver a ser cabeza de lista si el desgaste del PP en dos años no le otorga una mayoría absoluta.
De ahí surge un caldo de cultivo en el que el quinto cargo orgánico socialista no acude desde hace meses a las Ejecutivas del PSOE, y prepara, en secreto, la escenificación de la ruptura con quien fuera su mentor, el Alfredo que le iba a guardar la silla. El colofón llegó el pasado martes, al término de una reunión del Comité Nacional del PSE en el que algunos le escucharon decir que la elección a candidato a las próximas generales debe ser inmediatamente después de la conferencia política del PSOE los próximos 8, 9 y 10 de noviembre.
Una ruptura del "pacto de los amigos" que no ha sentado precisamente bien en Ferraz 70. Aunque el secretario de organización socialista, Óscar López, evitaba este lunes echar más leña al fuego y se remitía a lo que dijera el líder del PSE, fuentes de la dirección federal parecían confirmar a Libertad Digital este distanciamiento entre el barón vasco y el líder del PSOE: "Patxi está nervioso".
Las citadas fuentes explican que "lógicamente está jugando sus cartas". Y lo resumían con una pregunta: "¿qué puede hacer el 'candidato del aparato' para despojarse del lastre que supone serlo? pues un distanciamiento mediático". Una manera de reivindicar su territorio, o su identidad, que supuestamente sólo se produjo en privado. Aunque Patxi López lo niega.
El secretario general del PSE negó hoy "la fractura" con Rubalcaba e insistió en que le apoya "sin ningún tipo de condición ni condicionante". Y se refirió a su comentario sobre las primarias como "un rumor radicalmente falso" que "se hace en una portada de un medio de comunicación". "Todo es falso", zanjó hoy quien tendrá que demostrarlo el próximo lunes. Le esperan en Ferraz en la Ejecutiva del día 14. "A ver si viene", sonreían hoy en Ferraz.