Joan Mas Gavarró, hermano menor de Artur Mas, es director de operaciones y apoderado en Panrico, actualmente en situación de preconcurso de acreedores. El gigante panadero y de bollería comenzó a registrar una fuerte caída en su facturación en 2008. En 2009, los nuevos dueños de la compañía, Apax, una mala decisión de inversión y la crisis económica comenzó a lastrar el consumo. Como en muchas otras empresas, durante esos años las deudas, estimadas en unos 600 millones de euros, comenzaban a apretar demasiado los balances con la concesión de crédito prácticamente estancada. En 2010, la situación llegó al punto de que la banca acreedora tomó el control de Panrico.
Un año más tarde, el fondo de inversión Oaktree se hizo con el 80% de las acciones de Panrico para intentar reducir su deuda y solucionar sus problemas financieros. Unos problemas que no mejoraron pese a la reducción de costes. En los últimos cuatro años, la compañía acumula unas pérdidas de más de 700 millones de euros. Una situación de dificultad que atraviesan muchas empresas, tanto en Cataluña como en el resto de España.
Este jueves, la Generalidad catalana anunciaba que saldría al rescate del gigante de la bollería, pero que lo haría activando "los mecanismos de apoyo necesarios a nivel financiero y operativo para garantizar la actividad diaria de la empresa". Sin embargo, el gobierno catalán no prevé conceder ningún préstamo ni aportar fondos públicos: "No se trata de poner dinero de la Generalitat, sino de garantizar que Panrico obtenga la financiación necesaria para seguir adelante".
Llama la atención que la Generalidad decida ayudar a Panrico y no a otras empresas radicadas en Barcelona con problemas financieros. Así se lo pregunta este viernes el diario el Economista que publica que uno de los directores del gigante de la bollería es Joan Mas Gavarró, hermano menor de Artur Mas.
Tal y como ha podido comprobar Libertad Digital, efectivamente, Joan Mas Gavarró figura como "apoderado" en el staff directivo de Panrico SAU. Además, Joan Mas ha sido administrador único y liquidador de Farinera Catalana SA, apoderado de Galletas Artiach y de productos alimenticios La Bella Easo SA.
"Una especie de neopujolismo"
Esta situación recuerda, según declaraciones del portavoz y secretario de comunicación de Ciudadanos, Jordi Cañas, a Libertad Digital, "al pujolismo". En contacto con este periódico, Cañas ha valorado positivamente "el hecho de que la Generalidad intente evitar el cierre de una empresa", aunque ha lamentado que "esta celeridad y agilidad de la Generalidad no se haya puesto al servicio de las centenares de empresas que han cerrado en Cataluña". Ha recordado, que mientras se ha destruido buena parte del sector industrial catalán, "fíjate en el caso de Derbi, lo que supuso el cierre para el sector del motor", el gobierno catalán media "en aquellas empresas vinculadas o que son cercanas a los intereses del Gobierno o de la propia Convergencia. Parece que existe nepotismo a la hora de aplicar medidas. Es una especie de neopujolismo".
En este sentido, Jordi Cañas ha anunciado que Ciudadanos hará "una pregunta parlamentaria a la Consejería para que expliquen cuál va a ser el papel de la mediación en este asunto y que explique también por qué no ha habido la misma celeridad y por qué no se ha puesto este mecanismo a disposición otras empresas con problemas".
La CNC no ha iniciado ningún procedimiento
Hasta el momento, tal y como también ha podido comprobar LD, la Cominsión Nacional de Competencia no ha iniciado ningún procedimiento de oficio sobre Panrico o la Generalidad para investigar un posible conflicto de intereses que atente contra la libre competencia en Cataluña. Precisamente, la CNC termina este viernes su actividad como regulador independiente. A partir de este sábado se integra en el superregulador Comisión Nacional de Mercados y Competencia CNMC.
Pese a que los ingresos ya habían caído en los dos últimos años, en 2010 la dirección de Panrico se desplazó a la planta que la empresa tiene en Puente Genil, Córdoba, para anunciar una ampliación de las instalaciones y un fuerte impulso al trabajo que Panrico realizaba en aquellas naves. Según recogía Eldiadecordoba.es, el propio consejero delegado César Bardají, acompañado por su ya entonces director de operaciones, Joan Mas, trasladó al alcalde de la localidad "la tranquilidad con la que ahora se trabaja, una vez reestructurada la deuda; la satisfacción de los socios responsables del funcionamiento de Panrico, así como la clara mejora de los niveles de rentabilidad desde que se produjo el cambio".
Ahora, tres años después de aquella visita, la situación de la compañía pone en peligro el trabajo también en la planta cordobesa. De momento, el comité de empresa de Panrico Puente Genil mantiene un conflicto con la dirección por los recortes de personal. Los sindicatos rechazan el despido de 1.914 trabajadores y un recorte salarial del 45%. El 13 de octubre hay una huelga indefinida convocada.