La Generalidad de Cataluña no subirá el límite de velocidad a 130 kilómetros porque considera que el parque automovilístico que circula por sus carreteras está envejecido y, por culpa de la crisis, en deficientes condiciones de seguridad.
Según han informado a Efe fuentes del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Cataluña no aplicará la reforma de la Ley de Tráfico que permitirá el incremento de la velocidad máxima en autovías y autopistas, un proyecto que el Gobierno ha remitido este viernes a las Cortes para su discusión y aprobación.
Una portavoz del SCT ha explicado que "muchos vehículos que circulan por las carreteras catalanas están en condiciones deficientes", ya que la crisis ha ocasionado un envejecimiento del parque automovilístico.
Las multas, sí
En cuanto al resto de medidas que reforma el proyecto de ley, como el aumento de las multas por alcoholemia, el Servicio Catalán de Tráfico ha explicado que sí las aplicará.
El País Vasco también protesta
El anuncio también ha despertado reticencias en el País Vasco. Su directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Garbiñe Sáez, ha indicado en declaraciones a Efe que su Ejecutivo no ve nada positivo en su decisión y que ya presentaron en su día alegaciones cuando se anunció la medida.
Ha indicado en que en las carreteras de la Comunidad Autónoma Vasca este incremento "en nada es positivo en pro de la seguridad vial", por la orografía, con numerosas curvas, y por la climatología, con lluvias muy habituales. Tras destacar que no está nada claro en qué tramos se podría aumentar la velocidad, ha insistido en que, por las especiales condiciones de las carreteras vascas, es "muy difícil que se pueda llevar a cabo esta elevación" en el País Vasco, aunque ha recordado que si es una ley orgánica es de obligado cumplimiento en todo el Estado.