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Moncloa admite el "vacío legal" sobre el príncipe pero "no es el momento"

El presidente gana tiempo, aunque Moncloa admite el "vacío legal". El Rey "pronto volverá a sus labores" como jefe del Estado.

El presidente gana tiempo, aunque Moncloa admite el "vacío legal". El Rey "pronto volverá a sus labores" como jefe del Estado.

Para Mariano Rajoy, es el momento de estarse quieto y dejarlo todo como está. "No hay ninguna razón" para regular legalmente la figura del Príncipe, zanjó desde Nueva York. "En absoluto" el Ejecutivo está trabajando en este sentido, enfatizó. El presidente trata ganar tiempo aunque en privado se reconozca el vacío legal. A sus ojos, toca apuntalar el sistema y aguardar a un tiempo mejor para plantear cambios.

Esto no significa que, en los círculos de poder, el asunto no se discuta con disparidad de opiniones. Este diario fue el primero en llevar a portada el debate en el propio Gobierno sobre la idoneidad de dar más presencia a don Felipe, cuyo discurso para la candidatura olímpica de Madrid marcó un punto de inflexión para la clase política. Pero el presidente, en una estrategia diseñada con Zarzuela, se muestra taxativo: no es necesario regular el papel y las funciones del príncipe.

Así, echa un jarro de agua fría al debate político. UPyD y PSOE han abogado públicamente por abordar la cuestión mientras que el PP no cierra formalmente la puerta, aunque se muestra mucho más cauto y escéptico. Incluso un ministro muy próximo al Rey, José Manuel García Margallo, apuesta por "llenar un vacío que debía haberse llenado antes", más a tenor de la predisposición de los socialistas.

Pero la cuestión "no está encima de la mesa", se asegura oficialmente. Así lo expresó también Alberto Ruiz Gallardón, que es el responsable de articular los cambios, cuando correspondan. Para Rajoy, las cosas están bien como están, aunque la Constitución no reserva ninguna función para el Príncipe, salvo la de ser proclamado Rey cuando fallezca el anterior o a ejercer la regencia si se dan unas circunstancias determinadas.

En el Ejecutivo hay quienes creen que don Felipe no sólo es que esté preparado, sino que hoy representaría mejor a la institución que su padre. Pero las fuentes coinciden en que Rajoy no forzará nada en este sentido y están quienes comparten que el momento no es el propicio. "La imagen de la Corona sigue muy debilitada", explican, y una discusión sobre las funciones del heredero podría llevar a otra que genera alarma en el área de Gobierno: la posibilidad de que se plantee la opción de una República frente a la Monarquía.

Rajoy, que estuvo en permanente contacto con Zarzuela para saber la evolución del monarca, quiso cerrar de forma abrupta los rumores: "No hay ninguna razón", dijo muy serio poco después de aterrizar en Estados Unidos, para intervenir ante la ONU y mantener diversos contactos bilaterales. En todo caso, un portavoz de Moncloa sí admitió el "vacío legal". "Que existe vacío, es algo que parece evidente", se llega a afirmar. Pero, a renglón seguido, se descartan cambios: "No es el momento oportuno".

Apoyo a don Juan Carlos

El jefe del Ejecutivo también transmitió otra idea clave: "Estoy convencido de que pronto su majestad volverá a sus labores con la dedicación que lo ha hecho siempre". Esto es, don Juan Carlos ejercerá en poco tiempo de jefe de Estado, cuyas funciones podrían quedar descuidadas por su convalecencia. Sin ir más lejos, no estará en la cumbre iberoamericana que se celebra en breve en Panamá y don Felipe no puede sustituirle porque no tiene rango. En los fastos por el Doce de Octubre, el Heredero sí representará a la institución.

El Gobierno quiere dejar claro que está con el monarca y le apoyará hasta el final. Por eso, se desplazó Soraya Sáenz de Santamaría -con Rajoy volando a Nueva York, la máxima representante del gabinete- al hospital donde don Juan Carlos iba a ser operado. Ya el viernes, fue la vicepresidenta la encargada de hablar de "normalidad" porque el Rey ha sido operado en otras ocasiones y ha despachado los asuntos de Estado desde su despacho e, incluso, desde el hospital sin mayores contratiempos.

"En absoluto la operación le impide de realizar las actividades fundamentales que ha de realizar como jefe del Estado", recalcó este martes Gallardón. El Gobierno trabaja con el escenario de que don Felipe gane peso en la calle y "siga haciendo lo que hasta ahora, que lo hace muy bien", en palabras de un ministro. Una presencia mayor mientras su padre sigue ejerciendo, pero en la sombra.

Rajoy cree que la crisis económica ha sido clave en el deterioro de la imagen de la Casa. Por su puesto, también el caso Urdangarín, que todavía acarreará nuevos disgustos -en el Gobierno no se descarta, incluso, que el marido de la Infanta Cristina acabe en prisión-. Por ello, gana tiempo. Según la lectura de Moncloa, en línea con Zarzuela, don Felipe podría quemarse ahora si gana más peso por lo que su padre, pese a su deterioro de salud, debe resistir.

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