Ana Botella ha sido la protagonista de un desayuno de prensa en Madrid organizado por el Foro Nueva Economía, contando con el significativo apoyo de buena parte del Partido Popular: desde la vicepresidenta Soraya Sáinz de Santamaría hasta la presidenta del PP en la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pasando por sus antecesores en el cargo, Ruiz-Gallardón y Álvarez del Manzano, o el presidente del Congreso, Jesús Posada.
En su discurso, que ha empezado con una inevitable referencia al café con leche, Botella ha aclarado lo que todo el mundo esperaba: "Madrid no debe buscar la celebración de los Juegos del año 2024", ha dicho, ya que "en este momento la carrera olímpica ya nos ha proporcionado todos los beneficios que podemos esperar de ella en los próximos años".
Por el contrario, Ana Botella ha eludido las numerosas preguntas sobre su futuro político limitándose a un "no estoy a eso" y sin aclarar si tiene pensado presentarse a las elecciones municipales que tendrán lugar en mayo de 2015.
"Perfecto no hay nada"
La alcaldesa no ha sido muy autocrítica y, aunque ha reconocido que "perfecto en el mundo no hay nada", ha querido resaltar que la candidatura había suscitado "un consenso" y que, en su opinión, "sólo por haber llegado" a la final olímpica "hemos tenido" unos "réditos" y "un legado que los madrileños ya están viviendo".
En opinión de Ana Botella la candidatura de Madrid 2020 era además "racional y segura" y "ha sido muy austera", resultando "más barata que las anteriores, teniendo en cuenta que las circunstancias eran distintas".
La alcaldesa ha rehuido hablar de la asunción de responsabilidades tras el triple fracaso olímpico y el gasto público, y ha tratado de justificar el despilfarro millonario indicando que "el dinero que se ha invertido lo están viviendo los madrileños".
Según Botella han sido precisamente los madrileños los que "han hecho con sus impuestos una ciudad preparada para vivir los JJOO y, lo que es más importante, con mucha calidad de vida". Y es que para la popular "se ha hecho una transformación de la ciudad" cuyo "fin último" eran los Juegos, "pero que se vive en el día a día" ha asegurado citando como ejemplo el "excelente transporte público".
"La regla es que no hay reglas"
Botella ha definido la competición olímpica como "una carrera en la que la regla es que no hay reglas", y que eso era algo que desde la candidatura se había asumido.
Sin embargo, ha recordado que a "esa carrera han acudido ciudades" que han sido derrotadas como "Nueva York, Chicago cuando Obama estaba en lo más álgido de su popularidad, París que ha perdido varias veces o Estambul, que ha perdido cuatro veces". Así, según la alcaldesa "cuando corres ese riesgo eso quiere decir que los posibles beneficios compensan".
"Es verdad que tenemos una deuda"
Ana Botella ha reconocido que "es verdad que tenemos una deuda", y que "todos vivimos en un momento pensando en una crisis que no sabíamos que venía".
A cambio de esa monstruosa deuda "las infraestructuras deportivas ahí están" incluso el estadio olímpico de La Peineta y el Centro Acuático que la alcaldesa ha anunciado que se acabarán según lo previsto. Infraestructuras que, siempre según Botella, son "para muchas generaciones".
La primera edil ha presumido de que el Ayuntamiento es "el principal prestador de servicios deportivos" de la ciudad, haciendo referencia a las instalaciones "de base" que hay "en cada distrito y en cada barrio", algo "que ya disfrutan los madrileños".
Sin embargo, preguntada por una de esas infraestructuras, la carísima Caja Mágica, Botella ha explicado que es "muy difícil rentabilizar" una instalación de ese tipo, "en un primer momento". No obstante, lo cierto es que el pabellón, cuyo coste superó los 300 millones de euros, lleva abierto desde mayo de 2009.