Los souvenirs son unos de los elementos claves del turismo en España. Los visitantes que llegan a cada ciudad suelen volver a sus casas con numerosos recuerdos. Estos objetos suelen ser representativos del lugar y por ello este lunes el diario La Vanguardia se pregunta si estos souvenirs deben ser revisados en Barcelona y cambiados por otros. Y es que las numerosas tiendas que existen a lo largo de las Ramblas están llenos de recuerdos que los nacionalistas tachan de españoles tales como guitarras flamencas, sevillanas, toreros…
En un extenso reportaje, el diario abre la posibilidad a una revisión de estos productos y de la creación de una serie de concursos para que se elijan aquellos que mejor representen a Barcelona. Hay opiniones para todos los tipos y no todas están a favor de eliminar los que son favoritos para los turistas.
De este modo, el diario catalán recoge la opinión de Francesc Muñoz, geógrafo de la Universidad Autónoma de Barcelona. Afirma que "el principal problema de los souvenirs es que están anclados en el pasado. Hablan de una sociedad en la que todo el mundo se casaba por la Iglesia con el piso ya comprado. De modo que están ofreciendo una imagen de la sociedad que no se corresponde con la realidad".
Aunque el artículo no cita en ningún momento los recuerdos "españoles" sí muestra las fotos de los souvenirs más típicos del país como toreros flamencas...y se pregunta si deberían seguir seguir teniendo hueco en los escaparates de las tiendas. Según, Miquel Espinet, representante de Foment de les Arts i del Disseny, "hace falta un plan integral para el souvenir" y que se "debe ser coherente con el diseño de los objetos, respetuosos con la historia y la arquitectura de la ciudad".
Por su parte, Joan Estrada, definido como agitador cultural, apuesta por "un control de calidad" para el souvenir. "Nos estamos envenenando, estamos envenenando nuestra cultura. Yo no soy ningún purista de las esencias ni nada de eso, pero entiendo que los souvenirs son uno de los grandes problemas de Barcelona y sobre todo de la Rambla".
Sin embargo, la cosa cambia y mucho cuando los encuestados son los comerciantes. Fermín Villar, de Amics de la Rambla, defiende que en la Rambla "hay sitio para todo tipo de recuerdos". Por su parte, el empresario Joan Mas cree que "todo es mejorable, pero no me molestan ni las muñecas gitanas ni los toros. En verdad forman parte de las tradiciones de esta ciudad".