El secretario de Relaciones Institucionales del PNV, Koldo Mediavilla, ha acusado este martes al delegado de Gobierno, Carlos Urquijo, de haberse convertido en un "pirómano en potencia" con su decisión de recurrir las designaciones del pregonero de Llodio y la 'chupinera' de las fiestas de Bilbao.
En un artículo publicado en su blog y recogido por Efe, Mediavilla recuerda que es en verano cuando las autoridades aconsejan a la ciudadanía precaución de cara a evitar incendios forestales y opina que "en política también hay pirómanos, y en Euskadi, por desgracia, los hemos soportado durante largos años".
Mediavilla señala que con la desaparición de la violencia, la tensión de veranos pasados "parecía mitigarse", a pesar de que "algunos que han vivido permanentemente de la agitación y en el combate contra el sistema se obstinan en no darse cuenta que los tiempos han cambiado para todos, y especialmente para ellos". Por ello, porque las "condiciones objetivas de fuego provocado han descendido", Mediavilla lamenta que aparezca en escena "un personaje que debiera jugar el papel de bombero, pero que con sus actuaciones y decisiones parece haberse transformado en un pirómano en potencia: el delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo".
Mediavilla cree que "quizá anhelando tiempos pasados", el delegado "ha dado rienda suelta a toda una batería de requerimientos cuyas consecuencias inmediatas ha sido el de generar una tensión que la mayoría de los mortales no contemplábamos en nuestra apreciación de la actualidad". Para el dirigente del PNV, "basta con conocer al personaje -a Urquijo- para darse cuenta de que una figura institucional que debería velar por la conciliación política, la normalización de las relaciones bajo el amparo legal y la pacífica convivencia en Euskadi, se ha visto desequilibrada por el papel de guardián de las esencias, para el que Urquijo se cree llamado".
Mediavilla agrega que "no se puede apelar constantemente a la dignidad de las víctimas del terrorismo para, en su nombre, interferir perniciosamente en la convivencia pacífica de la sociedad vasca". "No significa esto que deba haber impunidad ante cualquier manifestación de carácter delictiva. No. Lo que la sociedad vasca reclama de todos, y también del delegado del Gobierno, es sentido común y una aplicación justa de la leyes, sopesando la prudencia en las medidas a adoptar de modo que no sea peor el remedio que la enfermedad", sostiene.
Mediavilla cree que se trata de una estrategia de tensión creciente "que quizá le venga bien al PP". "Después del follón artificial en Gibraltar", retomar el "lío vasco" como una serpiente veraniega que determinados medios sigan con fruición, puede hacer desaparecer de los informativos y de las primeras páginas de los tabloides a Luis Bárcenas y sus acusaciones", opina.
No obstante, el dirigente del PNV advierte de que "alimentar el riesgo de incendio en Euskadi, como un movimiento de distracción mediático, sería una irresponsabilidad máxima". "Sobre todo, cuando aquí, una inmensa mayoría lo que desea es tener la fiesta en paz y no volver a la crispación del pasado", concluye.