Las policías española y francesa han detenido a 75 personas -51 en España y 24 en Francia- por introducir ilegalmente chinos en diversos países europeos y en Estados Unidos a través de una red que cobraba a los inmigrantes entre 40.000 y 50.000 euros.
Entre los detenidos, según informa la Dirección General de la Policía, se encuentran los máximos responsables en Europa de la organización, localizados en Barcelona.
Bajo identidades falsas, la red introducía a los chinos en España, Francia, Grecia, Italia, Reino Unido, Irlanda y Turquía, pero también a Estados Unidos, y en ocasiones las vías abiertas por la red para esta actividad eran también utilizadas para la trata de personas con fines de explotación sexual.
La Policía se ha incautado de 81 pasaportes falsificados de países asiáticos como Corea, Malasia, Japón, Hong Kong o Singapur.