Un tren Alvia que cubría el trayecto entre Madrid y Ferrol, y en el que viajaban al menos 218 personas, ha descarrilado la tarde-noche de este miércoles cuando se encontraba a apenas tres kilómetros de la estación de Santiago de Compostela. El suceso tuvo lugar un cuarto de hora antes de las nueve de la noche y las causas del mismo todavía se están investigando, aunque el Ministerio del Interior ya ha descartado que se trate de un atentado.
Dos coches fúnebres han comenzado pasadas las ocho de la mañana a trasladar los cadáveres al Hospital Universitario de Santiago para practicar la autopsia a las víctimas. Fuentes judiciales han informado a EFE de que durante la noche han trabajo en el complejo multiusos del Sar de Compostela, convertido en tanatorio tras el accidente, dos jueces, tres secretarios judiciales, diez forenses y un fiscal. Las mismas fuentes han indicado que la identificación de las víctimas mortales está siendo muy compleja, ya que algunas de ellas están muy desfiguradas. No obstante, ya han sido identificadas 19 personas a través de las huellas dactilares.
El accidente tuvo lugar en una curva de la bifurcación de A Grandeira, en la parroquia de Angrois. Testigos presenciales han precisado a Efe que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de unas viviendas, y el resto volcó.
Al menos tres vagones comenzaron a arder tras el accidente y otro vagón quedó aplastado por los dos de sus laterales convirtiéndose en un amasijo de hierros, y los servicios de rescaten todavía no han podido entrar en su interior. Algunos de los vagones chocaron con el talud y el muro.
En cuanto a las víctimas, aún no hay una cifra oficial aunque la Xunta, con su presidente a la cabeza, Alberto Núñez Feijóo, ha ido actualizando el dato en varias entrevistas. Según las últimas cifras, los muertos serían, al menos 78. El delegado del Gobierno en Galicia informaba anoche de 60 víctimas y 120 heridos, pero los trabajos de rescate para mover los vagones siniestrados dejan un nuevo balance, tras la noche, de, al menos, 79 fallecidos y aproximadamente 140 heridos, 19 de ellos de gravedad.
El punto exacto del siniestro fue una curva limitada a 80 kilómetros por hora, la de menor velocidad de los últimos 100 kilómetros de ese tramo, en una zona que se denomina cambio de sistema de seguridad y supone un cambio de línea operativa, es decir, que se pasa de utilizar vías de alta velocidad a vías de ancho convencional, según informa el diario Faro de Vigo.
¿Exceso de velocidad?
Las primeras hipótesis sobre el motivo del accidente hablan de la posibilidad de que el convoy hubiese llegado a este tramo con un importante exceso de velocidad, aunque los investigadores todavía están analizando los datos que han obtenido en el lugar de los hechos. Nuñez Feijoo no ha querido confirmar en declaraciones a TVE que éste fuera el motivo.
Vecinos de la zona han indicado que el tren iba a una "velocidad normal" para entrar en la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda, aunque otros testigos han dicho que el tren iba más rápido de lo habitual y por ese motivo descarriló.
Un portavoz de Renfe ha dicho a Efe que "es muy aventurado" atribuir el accidente al exceso de velocidad. Tras confirmar que Adif y Renfe han abierto sendas investigaciones ha señalado que "las causas se sabrán cuando termine la investigación", yha indicado que "como hipótesis no se baraja ni una cosa ni otra".
Hasta el lugar del accidente se desplazaron rápidamente efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, Protección Civil, Policía Local, bomberos y servicios de emergencia sanitaria de Santiago de Compostela. En las labores de emergencia han operado una veintena de ambulancias de soporte básico y tres medicalizadas, y se han desplazado otras dos UVI móviles desde Mos y Sanxenxo, además de unidades adicionales de soporte vital básico, según informa La Voz de Galicia.
Los vecinos de la zona también han colaborado ofreciendo mantas, palés y sus viviendas para ayudar a los pasajeros heridos. De hecho, algunos han desplazado heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto de efectivos.
Con la caída de la noche, los servicios de emergencia han instalado varios generadores eléctricos para poder iluminar suficientemente la zona y poder seguir realizando sus labores de asistencia. Incluso, algunos vecinos han colaborado encendiendo las luces de sus vehículos.
El presidente viaja a Santiago
Las primeras autoridades políticas en desplazarse a la zona fueron el consejero de Medio Ambiente de la Xunta, Agustín Hernández; el alcalde de la capital gallega, Ángel Currás; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; y el subdelegado del Gobierno en La Coruña, Jorge Atán.
A la zona ha viajado también la ministra de Fomento, Ana Pastor, que está acompañada por el secretario de Estado de Fomento, Rafael Catalá, así como miembros de la comisión de investigación de accidentes y personal de Renfe y Adif para investigar las causas de lo ocurrido. En declaraciones a RTVE, ha hablado de "una situación terrible" y ha indicado que el Gobierno está trabajando para atender a todos los afectados. Este jueves llegará Mariano Rajoy a Santiago.