El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, exigió de nuevo este sábado explicaciones al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados por el caso Bárcenas del que dijo: "Afecta a la médula del PP" y al descrédito de las instituciones: "la crisis política esta servida", dijo en el discurso de apertura del Comité Federal del PSOE, que los periodistas siguieron a través de una televisión de plasma situada en la sala de prensa de la sede de Ferraz.
La sorpresa vino tras la afirmación de que "Si la situación se sigue deteriorando y el Gobierno no actúa; si el Gobierno sigue eludiendo su responsabilidad, nosotros asumiremos las nuestras". En medio del debate sobre una futurible moción de censura para forzar las explicaciones de Mariano Rajoy por el caso Bárcenas, añadió:
"Adoptaremos cuantas iniciativas consideremos oportunas para buscar una salida a la crisis de nuestro país...". Y volvió a repetirlo remarcando cada una de sus palabras: "cuantas iniciativas consideremos oportunas, sin descartar ninguna. Con un sólo límite: el interés general de nuestro país". De esta forma alentaba un debate que genera una enorme división en el partido y en el que no se pone de acuerdo ni la propia Ejecutiva Federal que la semana pasada se pronunció en contra y a favor en varias y sucesivas ocasiones. La de Rubalcaba fue la primera posición pública al hilo de este asunto y dejó a los pies de los caballos hasta a sus más firmes defensores a su llegada a Ferraz.
Los barones: ¿si, no, o todo lo contrario?
Empezando por su pupilo, Patxi López, quien constató "lo evidente" de que "no tenemos los votos suficientes para eso. Lo que hace falta es que el presidente haga lo que tiene que hacer". En el mismo sentido, el extremeño, Guillermo Fernández Vara: "en la situación en la que estamos no sé si los ciudadanos la entenderían porque es hacer algo que difícilmente puede prosperar".
Tampoco convencía a la candidata a las primarias andaluzas, Susana Díaz, para quien "Es una decisión que corresponde a Alfredo y lo realmente grave es que tengamos un presidente del Gobierno que no explicaciones ni dice qué es verdad y qué es mentira". Más contundente y en clave interna, el manchego Emiliano García Page, quien se reconoció "muy partidario" de un acuerdo entre todos los grupos para "forzar al presidente a dar una epxlicación", si bien advirtió que la moción de censura "siempre es un último recurso y yo no lo veo. Una moción de censura no significa sólo echar al que está. Es mucho más difícil ponerse de acuerdo en quién tiene que venir, por tanto, yo no utilizaría cauces constitucionales que están previstas para otras cosa con otra intencionalidad".
Mención velada a los críticos oficiales que, según fuentes socialistas, "están abriendo el debate de la moción de censura para forzar la sucesión de Rubalcaba, no de Rajoy". Una intención a la que no parecían permanecer ajenos los dos únicos barones que se manifestaban a favor de este instrumento parlamentario: el valenciano, Tximo Puig y el madrileño Tomás Gómez. El primero para asegurar que "lo más importante que tiene que decidir este Comité Federal es decidir qué va a hacer el PSOE en relación a la crisis que afecta al presidente del Gobierno". Y el segundo para afirmar que "son medidas que el PSOE tiene que estudiar y valorar todas las medidas posibles". "Por mucho menos dimitió el presidente de la república alemana. Yo creo que el PSOE debe reflexionar y acertar. Eso es lo que tenemos que hacer".