Fuentes del Palacio de la Zarzuela afirman que Su Majestad "no tiene cuentas en el extranjero". Además, añaden que las de su padre, el infante don Juan de Borbón, "fueron canceladas antes de 1995".
Añaden dichas fuentes que "la Casa del Rey tiene el convencimiento, aunque no los documentos que lo prueben, de que los albaceas del testamento del conde de Barcelona pagaron los impuestos".
En los últimos meses, la Casa del Rey ha tratado de esclarecer, siempre según estas fuentes, "el destino del dinero" que supuestamente dejó don Juan hace veinte años en herencia. Sin embargo, los bancos suizos en donde el padre del Rey tenía sus cuentas ya no existen y tampoco se conservan los archivos de dichos bancos.
Las mismas fuentes dicen que los dos millones de francos suizos que le correspondieron al rey don Juan Carlos por la herencia de su padre don Juan, al fallecer éste en 1993, se gastaron en hacer frente a deudas y obligaciones de los condes de Barcelona.
La cuenta del Rey en la Société Générale Alsacienne, en la que se ingresó la herencia de don Juan, fue cancelada antes de 1995. Estas fuentes indicaron que, tras el cierre de esta cuenta, el monarca no ha vuelto a tener ninguna cuenta en la extranjero.
En cuanto al pago de las obligaciones tributarias de esa herencia, las fuentes tienen "la convicción" de que los albaceas se ocuparon de liquidarlo, destacando que Hacienda tampoco tiene posibilidad de explicarlo, al tratarse de datos de hace casi 20 años.
Una millonaria herencia
Con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de don Juan de Borbón, el diario El Mundo publicó la millonaria herencia que había dejado a sus hijos y en especial al rey don Juan Carlos. El efectivo estaba en cuentas en Suiza, mientras que otra parte de la herencia estaba compuesta por diferentes propiedades.
Tal y como publicó Libertad Digital, uno de los puntos oscuros de la herencia del Rey era el pago de impuestos, ya que la muerte del conde de Barcelona en Navarra permitía a don Juan Carlos ahorrarse una auténtica fortuna en impuestos.
Precisamente los documentos sobre el pago de los impuestos por la herencia recibida de don Juan no obran en poder de la Casa del Rey, según las fuentes de Zarzuela. Aunque las mismas fuentes insisten en su "convicción" de que los albaceas se ocuparon de liquidarlo. En cualquier caso, la agonía de don Juan en Navarra permitió al Rey acogerse a la legislación que le eximía del pago de Impuesto de Sucesiones.