El Hospital Donostia ha entregado hoy al Ministerio del Interior el informe médico sobre el estado de salud del etarra Iosu Uribetxebarria Bolinaga, quien obtuvo la libertad condicional a finales de agosto de 2012, después de que la Audiencia Nacional estimara que su cáncer no se podía tratar en la cárcel.
Según ha informado este jueves el Servicio Vasco de Salud en un comunicado, el informe consta de cuatro folios y ha sido firmado por el gerente del Hospital Universitario Donostia y los responsables del servicio de Oncología. Los mismos que elaboraron el primer informe que justificó el tercer grado para el etarra y que, entre otras irregularidades, fue remitido a la Audiencia Nacional incompleto y sin firma.
Interior solicitó el citado informe poco después de que el Colegio de Médicos de Madrid respaldara el emitido en su día por la forense de la Audiencia Nacional, Carmen Baena, coincidiendo con la experta en que Bolinaga no estaba en situación terminal y podía haber sido tratado de su enfermedad en la cárcel.
Además, el informe llega también cuando se cumple el plazo de 10 meses que se había dado al etarra como plazo máximo de vida, y que, a falta de conocer el contenido de dicho informe, es obvio que no se ha cumplido. Este argumento ha sido el usado por el ministro de Interior, Fernández Díaz, al anunciar esta decisión el pasado 29 de junio, cuando recordó que el pronóstico del equipo médico fue "determinante" para que la Audiencia Nacional tomara esa decisión.
No será público
En atención al principio de confidencialidad de las informaciones médicas no se hará público el contenido del documento sobre el estado de Bolinaga, según señaló este miércoles el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.
El Ministerio del Interior había pedido al equipo de facultativos del Hospital Donostia, que elaboró el pronóstico que permitió conceder la libertad condicional a Uribetxebarria Bolinaga, que actualizara su situación y aclarara si se reafirma en el diagnóstico inicial.
La excarcelación de Bolinaga ha sido una de las mayores polémicas en lo que llevamos de legislatura: para empezar, por el abultado historial criminal del etarra, después porque se basó en informes médicos cuando menos contradictorios y, finalmente, porque el terrorista fue recibido como un héroe en su localidad y ha llevado una vida apacible en Mondragón, lejos de dar muestras de arrepentimiento y, también, de mostrar signos de la supuesta gravedad de su dolencia.