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Centella reivindica "la dignidad del cinco raspao"

Muchos ni se acuerdan, pero hay quien confiesa un 5 "raspao" y repeticiones de curso. Sólo Posada (PP) y Bosch (ERC) fueron 'excelentes'.

José Ignacio Wert abría el melón y trasladaba el marrón a sus señorías: desvelar si llegan a los difíciles baremos de excelencia con los que el ministro fijará el umbral para recibir una beca en la Universidad española. Pocos,muy pocos, pasan el listón, aunque la mayoría reconoce dificultad para hacer memoria.

"No me acuerdo, ya lo miraré, es que me pilla ahora... ¿usted sabe hace cuántos años hice yo la selectividad?", decía el joven portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, quien la fijaba en "más de un cinco".

Su homóloga en el PSOE, Soraya Rodríguez, le supera, al menos en eso. "Yo creo, salvo error, que yo estuve en el 6,75... O 6 y medio...", reía, "creo que estuve ahí. Mucho menos nivel en IU donde al portavoz del grupo, José Luis Centella, al que no le dolían prendas al reconocer que sacó "en la selectividad un cinco raspao y además reivindico la dignidad del cinco con toda contundencia y tranquilidad". Dio un paso más allá al decir: "Es más, saqué un 4,8 pero con la media se quedó en un 5,2".

Su compañero de grupo, el republicano comunista de ICV, Joan Coscubiela, fue por el contrario algo mejor estudiante. "Estudié bachillerato con beca. Si no, no lo habría podido estudiar". Fue en la etapa postfranquista, por cierto.

Quien ni siquiera pasó por la universidad fue la portavoz de UPyD, Rosa Díez. "No, yo no fui a la universidad, por lo que de esa nota no me puedo acordar porque no la tuve. Pero yo sacaba muy buenas notas. Muchos sobresalientes y muchas matrículas durante toda mi etapa escolar". Otros como el nacionalista de CIU Josep Sánchez Llibre reconocen que "el primer año repetí, que conste, no se caen los anillos. Repetí porque jugaba al fútbol en esos momentos. Pero luego saqué nota elevada".

Los excelentes

Quienes sí tenían hoy memoria, y motivos para presumir eran sólo dos parlamentarios. El primero, el presidente del Congreso, Jesús Posada, quien fue "premio extraordinario de bachillerato. Tuve cuarenta matrículas de honor en la carrera. Yo era muy buen estudiante" dijo entre risas ante la ovación de la prensa.

Coincidente con el republicano catalán Alfred Bosch (ERC), quien hacía gala de falsa modestia. "No me la hagáis decir. Era muy alta... entre excelente y matrícula de honor".

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