El caso de los 1,4 millones de euros de la Infanta Cristina entre 2005 y 2006 justificados por la venta de trece inmuebles que no eran de su propiedad sigue generando confusión y reacciones atropelladas de Casa Real, Agencia Tributaria, Ministerio de Hacienda y Presidencia del Gobierno.
Ante la petición de información por parte del Juez Castro, la Agencia Tributaria remitió a los juzgados un resumen de la documentación fiscal de la Infanta Cristina. En dicha documentación se reflejaban unas ganancias patrimoniales de 1,4 millones de euros un año después de la adquisición del palacete de Pedralbes por parte del matrimonio Urdangarin-Borbón. En dicha información se afirmaba que ese dinero procedía de las ventas de trece propiedades entre 2005 y 2006.
Acto seguido, la Infanta Cristina lo desmentía a través de portavoces autorizados, recibiendo como respuesta la reafirmación de Hacienda. El escándalo fue mayúsculo cuando trascendió que la Infanta no sólo no figuraba en los traspasos de propiedad de las fincas, sino que ninguna era de su propiedad. Se trataba de pequeñas propiedades en Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Cataluña.
La polémica ha provocado taimadas declaraciones de Cristóbal Montoro que derivó el asunto a la Agencia Tributaria. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado a pedir disculpas a Doña Cristina por la confusión y el supuesto error en la información de la Agencia Tributaria.
Sea como fuere, la sombra de la sospecha se cierne sobre la Infanta y no faltan voces que especulan sobre la hipótesis de que la aparición de las trece fincas pudo haber sido un intento por aflorar ese millón cuatrocientos mil euros. Sin ir más lejos, esta semana y citando fuentes de la Agencia Tributaria, el diario El Mundo publicaba que el DNI de la infanta (12-Z) podría ser un "agujero negro", un "NIF intocable" que evita que el sistema de Hacienda salte cuando detecta anomalías.
Según los expertos fiscales consultados por Libertad Digital, la compraventa de viviendas ficticias no es en absoluto un sistema por el que "cualquier mortal" pueda blanquear capitales.
Según el presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (ASEFIGET), Adolfo Jiménez, Hacienda siempre tiene constancia de las propiedades inmobiliarias de un contribuyente o si "la ha vendido o no la ha vendido". Recuerda que los datos de notarías y registros también entran en el sistema de la Agencia Tributaria.
Por este motivo, "para cualquier mortal hacer esto para blanquear es casi imposible, a cualquiera, si hace esto, Hacienda le hubiera llamado a capítulo", ya que el cruce de datos que efectúa el sistema de la Agencia Tributaria provocaría una alerta inmediata que derivaría en la apertura de una "paralela" y su consiguiente investigación. "Eso salta", insiste Jiménez, "no es que un funcionario lo vea o no lo vea, es que en el sistema informático eso salta". Cosa distinta, continúa Jiménez, es "si yo sé que Hacienda no me va a mirar nada y necesito blanquear. ¿Qué puedo hacer, decir que tengo casas que no tenía? Pues entonces sí sería posible". De todos modos, el experto fiscal deja claro que desconoce si eso se ha producido o no.
Del mismo modo, expresa sus dudas sobre la posibilidad de que el problema abierto con las cuentas de la infanta derive de un error. A su juicio "parece imposible que se trate de un error" dada la exactitud de la suma de las cantidades supuestamente recibidas por la venta de cada una de las fincas con el importe total reflejado por Hacienda de los 1,4 millones. Que se trate de un error "es muy difícil, por no decir imposible", insiste Jiménez.
Lo lamentable, reflexiona el presidente de ASEFIGET, es que parece que "no hay forma" de saber qué ha sucedido, al menos con la información de que se dispone hasta ahora. En cambio, lo que sí parece bastante claro es que se antoja imposible que se trate de un error administrativo y que, de tratarse de un posible delito de blanqueo, sólo hubiera sido posible con la connivencia de la administración tributaria, "si no, no hay forma de que se haga" a espaldas de Hacienda, "no puedo vender algo que no tengo" y que "Hacienda no lo sepa". "Hay que recordar", destaca Jiménez, "que Hacienda posee unos sistemas informáticos de los más avanzados que existen".