Por consenso de sus bloques -conservador y porgresista-, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha designado este viernes como nuevos magistrados del Tribunal Constitucional a Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez Vares, ambos miembros del Tribunal Supremo.
Juan Antonio Xiol, más próximo al sector de la izquierda, es en la actualidad presidente de la Sala Primera o de lo Civil del Alto Tribunal mientras que Santiago Martínez Vares -miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura- es magistrado emérito de la Sala de lo contencioso-administrativo del TS.
La elección se ha producido en un pleno extraordinario convocado esta mañana por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que apenas ha durado media hora y donde los vocales como algo excepcional han hecho públicos sus votos. Ambos candidatos han obtenido 18 apoyos.
Los dos nuevos magistrados del Constitucional que ha nombrado el CGPJ sustituirán al presidente del tribunal, Pascual Sala, y a su vicepresidente, Ramón Rodríguez Arribas. Ambos fueron nombrados por el órgano de gobierno de los jueces hace nueve años.
Han quedado fuera de esta designación el exfiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido y el también magistrado del Supremo Ricardo Enríquez, que sólo han obtenido tres votos cada uno de los vocales Almudena Lastra, Claro José Fernández y Concepción Espejel.
El Gobierno tiene previsto nombrar este viernes, en el Consejo de Ministros, a otros dos magistrados, designaciones que la Constitución le atribuye para sustituir a los dos nombrados por un Ejecutivo anterior y que también han cumplido mandato: Pablo Pérez-Tremps y Manuel Aragón Reyes, cuyo mandato comenzó el 8 de junio de 2004 y también ha expirado.
Con estas elecciones se completa un tercio de la renovación del tribunal de garantías que pasará a tener mayoría de magistrados conservadores. Una vez que se conozca el nombre de los dos magistrados designados por el Ejecutivo el Constitucional celebrará un pleno donde designará a su nuevo presidente y vicepresidente. La norma no escrita dice que el TC estará presidido por uno de los magistrados con antiguedad en el órgano.