El año 1997 fue especial para Juan Carlos Aguilar. Después de mucho tiempo entrenándose acudió a China, al templo budista Shaolin fundado hace 1.500 años. "La élite de la élite", aseguraba él para referirse al que muchos consideran "la cuna de las artes marciales". Entraron 200 extranjeros y sólo él logró pasar todas las pruebas. "Te ponen en situaciones muy complicadas. Dejas de comer, te sometes a un profundo entrenamiento. Si no tienes un control de tu mente no vale. No pasas las pruebas", decía en entrevistas a Telemadrid o TVE. Fue el primer occidental que consiguió llegar a monje Shaolín. Su perfeccionamiento de las artes marciales fue tan grande que le llevó a aparecer en múltiples programas. Incluso llegó a ser entrevistado en un especial de Redes con Punset.
Juan Carlos fue evolucionando tanto que llegó a cambiar su nombre a Huang C Aguilar. Compró un gimnasio que llevaba 40 años funcionando, lo adornó con estética oriental y lo rebautizó como Zen4. El mismo donde se han encontrado restos óseos de dos personas distintas y el mismo lugar donde se le encontró torturando a una prostituta hasta dejarla en coma. La mujer se salvó por la rapidez de la Ertzaintza que acudió después de recibir unas denunciales vecinales que aseguraban haber haber escuchado gritos de una mujer pidiendo auxilio. El primer dueño del gimnasio, que lo regentó durante cuatro decádas, se pregunta cómo debían de ser para que se escuchasen. "El gimnasio está en un bajo, es sorprendente que los vecinos hayan escuchado los gritos", comentó. Algunos vecinos aseguran que otra persona llamó a la policía diciendo que había visto a Aguilar arrastrando a una mujer hasta el portal. El monje shaolín era muy popular en el barrio ya que era frecuente verlo con sus peculariares ropajes.
Los seguidores de Huang C. se sentían muy identificado con él. Se referían a Aguilar como "maestro". El Facebook del "Monasterio Budista Océano de la Tranquilidad" con 144 "me gusta" es un buen reflejo. Múltiples fotos y vídeos en los que demuestra su control espiritual. "Lo que hay que hacer es superar nuestro instinto animal, superarlo, evitarlo y llevarlo a otro plan. Llámalo psicología, espiritual o sabidurial", decía Huang C. en una entrevista en Telemadrid subida a su canal de Youtube. También aseguraba poder controlar con la mente el dolor. Se le vé cómo rompen ladrillos en su espalda o cómo afila un cuchillo en su brazo sin cortarse. Él afirma que es capaz de caminar entre brasas sin sentir dolor.
El monje también tenía múltiples álbumes. Uno con sus hábitos en diferentes lugares del mundo (en Bruselas, en la plaza Roja de Moscú, en la torre de Pisa.... ) Otro álbum haciendo artes marciales. Parece que, pese a todo, Huang Carlos no olvidaba una de las premisas del budismo: "Nos podemos reencarnar en cualquier ser vivo". Por eso dedica un álbum a acariciar animales. Sale con perros, gatos, peces, pájaros o incluso una llama peruana.
En el último vídeo subido a Youtube, el 6 de marzo, interpreta con guitarra Asturias de Isaac Albéniz, afila un cuchillo con su mano y hace juegos marciales. En Facebook lo presenta con un párrafo, destaca una frase: "embrutecerse para la guerra no es el camino de un verdadero maestro".