No es la primera vez que se evidencian las diferencias de discurso entre el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez. Este martes se hicieron más patentes que nunca tras la afirmación de ésta sobre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "Mariano Rajoy se demuestra cada día más como el verdadero hilo conductor de esta presunta trama estructural de financiación irregular de su partido que ha permitido que, a través de presuntos cohechos delictivos continuados, el PP manejara muchísimo dinero irregular".
Sin embargo, no quiso responder a la pregunta de Libertad Digital sobre si con esa afirmación estaba insinuando que el presidente del Gobierno era un corrupto. Dubitativa se limitó a decir: "Reitero lo que he dicho... Hilo conductor en cuanto es el más alto responsable del partido en los últimos años. Parece que es la memoria viva".
Bien entrada la tarde, el líder del PSOE fue preguntado por este diario en los pasillos del Congreso. "¿Comparte la afirmación de su portavoz parlamentaria?". Su respuesta: "Me voy a citar a mí mismo, cosa que últimamente hago con demasiada frecuencia". Rubalcaba se remitió a sus palabras en el debate del estado de la Nación en las que "le dije a Rajoy que la sombra del señor Bárcenas iba a planear sobre el hemiciclo toda la legislatura, y desgraciadamente está siendo así".
Frente a la dureza de las insinuaciones de Soraya Rodríguez -apuntando directamente al presidente del Gobierno-, un Rubalcaba que ni siquiera quiso pronunciar la palabra 'mentira' sobre las informaciones de los sobresueldos y las últimas revelaciones y declaraciones judiciales de los dirigentes del PP: "Sí me parece que el PP y el señor Rajoy dieron una información que no era cierta y convendría que esa explicación se volviera a dar".
¿Piden la dimisión?
Y es que las diferencias de discurso en el PSOE no sólo se dan entre el número uno y la número dos sino en lo que dijo el mismísimo número uno de unos meses a esta parte. El mensaje oficial solemnizado en la tarde de un domingo por Rubalcaba fue la petición de dimisión inmediata de "un Mariano Rajoy bajo sospecha" y que, por tanto "no puede seguir siendo el presidente de todos los españoles". Dos semanas después, el PSOE reculó rebajando el tono de cara al debate del estado de la Nación. Una cita en la que optaron por una fórmula intermedia como estrategia: insinuar que "sería bueno que el presidente diera paso a otro". En otras palabras, el balón estaba ya en el campo del presidente, a su elección, pero no era ya una exigencia formal del principal partido de la oposición.
De ahí que este martes Rubalcaba no quisiera 'citarse a sí mismo' en relación a unas palabras que ya parecen prohibidas. Una dimisión "inmediata" -en la petición inicial"- o 'aconsejable', en la fórmula intermedia- que el líder del PSOE evita en todo momento pronunciar. "Allí dije lo que tenía que decir y me remito a ello", dijo al ser preguntado hasta cuatro veces por los periodistas.
"Las fiestas" de los Aznar
Dónde sí quiso explayarse el secretario general del PSOE fue en relación a los regalos de boda de la hija del ex presidente del Gobierno, José María Aznar. "Es una información fea. Parece que estos señores de la trama Gürtel estaban en todas las fiestas. Cumpleaños, comuniones, bodas, bautizos, visitas del Papa... He oído a la señora Botella decir que 'la duda ofende' y yo la contesto: exactamente eso es lo que pasa, que ofende".
Contundencia respecto de la familia Aznar que en esta ocasión sí era compartida con su portavoz en el Congreso.