El expresidente del Gobierno Felipe González ha afirmado hoy que la Monarquía es una institución que ha servido y que sirve al país, por lo que ha defendido la necesidad de apoyarla ya que "no hay que jugar con las cosas de comer".
González ha hecho estas declaraciones en Badajoz donde, junto al presidente extremeño, José Antonio Monago, ha participado en un desayuno informativo conjunto sobre las oportunidades de inversión en Extremadura.
Este encuentro se ha desarrollado dentro del proyecto impulsado por el Ejecutivo de Monago "Invest in Extremadura", con el que se pretende mostrar "al mundo" sus credenciales y atractivo como destino inversor de empresas "porque será un buen negocio en los próximos años", explicó recientemente el presidente extremeño en el Foro de Innovación y Crecimiento Extremadura-Israel "Avanzamos juntos".
Los españoles sitúan por primera vez a la Monarquía entre los problemas más preocupantes y baja de la tercera a la sexta posición entre las instituciones más valoradas, con una nota de 3,68 frente al 4,97 logrado en 2011, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológica (CIS).
Felipe González ha explicado que es preciso superar una situación que es "seria" y que hay que "ponerse las pilas" para tratar de resolverla. Por otro lado, González ha hablado de la situación del PSOE y ha dicho que los socialistas pasan "la travesía del desierto", a lo que ha añadido que el actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, es "una de las personas más inteligentes".
Ha añadido que, según las encuestas, el Gobierno se desgasta pero que también lo hace el PSOE, y que esto puede provocar que haya situaciones de "populismo y arbitrariedad".
Por otra parte, Felipe González ha pedido que haya una reforma de las administraciones públicas que incluye la desaparición de las diputaciones provinciales, de las que ha dicho que el 80 por ciento de sus gastos son corrientes.
El expresidente del Gobierno también ha hablado del AVE y ha señalado que es preciso que Madrid y Lisboa estén conectadas mediante un tren "de velocidad alta" que también las una al resto de la UE, por lo que ha propuesto que se abra la puerta a la posibilidad de financiación privada del proyecto.
Ha añadido que la crisis económica ha hecho que haya menos recursos públicos para acometerlo y que esa sería una solución para llevarlo a cabo.