Tal día como hoy, 30 de abril, pero de 2009, Libertad Digital contaba en su portada la inoportuna decisión del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Zapatero multa al Real Madrid en vísperas del gran clásico". Fue una decisión del Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que aprobó un acuerdo por el que se imponía al Real Madrid una sanción de más de 316.000 euros por daños al dominio público hidráulico.
Además, el Ejecutivo de Zapatero obligaba al club de fútbol a indemnizar los daños causados en la cantidad de 66.106 euros y la obligación de reponer las cosas a su estado anterior, por el alumbramiento de aguas subterráneas con destino a riego de instalaciones deportivas en el Parque de Valdebebas.
Seguro que poco o nada afectó esta decisión al terreno deportivo, pero el Madrid cayó ante el Barcelona por un contundente 2-6, con lo que el conjunto azulgrana dejaba casi sentenciada la Liga 2008-2009, como así fue.
Lo que sí es conocida por todos es la animadversión del expresidente por el Real Madrid y su simpatía por el Barcelona. Siempre que ha podido o se le ha preguntado por un pronóstico en los enfrentamientos entre los dos mejores equipos de la Liga, Zapatero ha apostado por el Barça. Y cuando las victorias han sido blancas le ha costado felicitar al Madrid. Así sucedió con la Liga 2007-2008 en la que tardó cuatro días en dar la enhorabuena al conjunto blanco por conseguir el título liguero.
La felicitación al presidente del Real Madrid, por entonces Ramón Calderón, llegó en forma de telegrama y le daba la enhorabuena por el título "en una demostración de coraje y fuerza". No hay duda que el jefe del Ejecutivo fue uno de los barcelonistas que peor aceptó el desenlace del campeonato. El presidente del Barça, Joan Laporta, llamó a su homólogo madridista al poco de terminar el partido y en la jornada siguiente los azulgrana hicieron un ejemplar pasillo al campeón en el estadio Santiago Bernabéu.
Este enamorado del Barcelona ha llegado a criticar hasta la política de fichajes del Real Madrid. Lo hizo cuando Florentino Pérez anunció que había pagado unos 94 millones de euros por Cristiano Ronaldo. El presidente del Gobierno dijo al respecto que no sabía si era la persona más adecuada para opinar debido a su afinidad futbolística hacia el Barcelona. No obstante, añadió que "todas estas cantidades me parecen excesivas". Luego trató de puntualizar y aseguró que "lo digo como lo siento, pero el Real Madrid dice que lo va a rentabilizar... en fin, la verdad es que si el fútbol no tuviera tanta gente que sigue los partidos por las televisiones y que va a los campos, seguramente no veríamos estas cifras". Terminó diciendo que "a mí, en principio no me gusta, pero si pasa es porque tiene una fuerza social evidente".
Uno de los momentos más comprometedores que tuvo que vivir el presidente Zapatero fue cuando recibió al presidente de Bolivia, Evo Morales, en el Palacio de la Moncloa. Zapatero, confeso seguidor del Fútbol Club Barcelona, regaló a Morales con la camiseta del principal rival de su equipo con el nombre de ‘Evo’ y el número 10 en la espalda en la reunión que ambos mantuvieron durante la visita oficial a España del presidente boliviano.