La reestructuración de la administración en sus tres niveles será uno de los puntos a los que se comprometerá el Gobierno en el programa de reformas que será remitido a Bruselas el próximo viernes. La promesa no es nueva; ya en la Estrategia Española de Política Económica enviada el pasado septiembre de 2012 se incluía un profuso capítulo relativo al "adelgazamiento de las estructuras administrativas", con una relación concreta a comunidades autónomas y ayuntamientos.
El Gobierno asegura que desde entonces hasta ahora se ha hecho mucho, aunque no haya calado en el ciudadano. Pero, independientemente de ello, promete "darle la vuelta" a toda la administración "como si fuera un calcetín". La fecha señalada en rojo es el mes de julio, cuando la comisión encargada de la reforma, la CORA, debe que tener listo un macro-informe para iniciar la poda. Según adelantaron fuentes gubernamentales a este diario, ya en mayo el Consejo de Ministros empezará a tomar decisiones habida cuenta de que los documentos están muy avanzados.
La CORA trabaja en cuatro puntos muy concretos, bajo la batuta de la vicepresidenta. Primero, un análisis para la eliminación de las duplicidades y triplicidades entre las distintas estructuras estatales. Pero, además, se ha añadido un apartado adicional para acabar con "las duplicidades de la propia administración del Estado consigo misma". Esto supondrá, según las citadas fuentes, el fin de determinadas competencias de un ministerio si éstas las hace otra o las puede hacer sin elevar así su coste.
"Simplificación y agilización", resumió Soraya Sáenz de Santamaría. Y es que, corroboraron, actualmente se dan casos "evidentes" de solapamientos entre la propia red ministerial. "Trabajos que hacemos dos ministerios pero que podría hacer uno sólo", explicó la propia vicepresidenta.
El segundo punto es el relativo a organismos públicos, sobre su permanencia o modificación. El Gobierno dice que las comunidades autónomas están cumpliendo, pero de forma insuficiente, amén de que existen observatorios, consejos consultivos o fundaciones del Estado que han caído en desuso. "Fortaleceremos" estos trabajos, avanzó la portavoz.
La gestión de esas empresas y demás estructuras y las centrales de compra conforman el tercer bloque en el que trabaja el Gobierno. "Algunas medidas ya la estamos poniendo en marcha" para evitar "la vieja fórmula", destacó Sáenz de Santamaría. Basta acudir a la referencia del Consejo de Ministros: ya han cambiado la fórmula para los viajes relativos al departamento de Defensa o la compra de productos farmacéuticos del mismo. Y, afirman, se nota el ahorro.
Por último, se prepara un plan de simplificación normativa y de procedimientos del que ya se han hecho avances importantes. Por ejemplo, la ley de unidad de mercado ya en trámite o la nueva reforma medioambiental, que aclara competencias.
Con todo, en el gabinete dicen ser conscientes de que tal esfuerzo no llega a los españoles, que creen que son ellos los que hacen los mayores sacrificios. Ante ellos, Sáenz de Santamaría se comprometió a hacer del adelgazamiento de la administración la medida por la que será recordado el Ejecutivo de Rajoy: "Podemos pedir esfuerzos a los ciudadanos cuando todos los hacemos. Nosotros los haremos", fueron sus palabras el mismo día que se subían los impuestos.