El número de políticos del PP que están sufriendo el acoso en sus domicilios va en aumento. Este sábado fue un diputado del PP en su casa de Orense mientras la Policía tenía que blindar la casa del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Este domingo, el presidente gallego ha concedido una entrevista al diario El Mundo en la que da su opinión sobre esta campaña de acoso a los políticos de su partido. "Comprendo la decepción de los ciudadanos, y creo en el derecho a la manifestación, pero una cosa es manifestarse y otra es violentar o usar la violencia. Los que violentan son los que quitan la razón a los que se manifiesten. Y los llamados escraches son intolerables e inaceptables", aseguró el popular.
En este sentido, Feijóo añadió que "no se trata de que nos protejamos los políticos, porque mañana buscarán otro objetivo: jueces, periodistas, etcétera, que puedan darles más notoriedad. Han pasado de las sedes del PP a las casas particulares donde no hay políticos, ni una vicepresidenta, sino una madre con un bebé de 14 meses. ¿Qué será lo siguiente? ¿Coaccionar a los niños en informarles de lo que hacen sus padres políticos? ¿Señalar a los ciudadanos votantes de un partido?".
Por ello, el presidente gallego agregó que "a los políticos se les señala en las urnas, no se les acorrala en sus casas. El reflejo más fiel al sentimiento de la calle es el Parlamento, porque ha sido elegido con los votos libres y secretos de los ciudadanos".
Ante dichas presiones y coacciones, Feijóo tiene claro cómo debe actuar el Gobierno, "siempre conforme a los intereses generales, sin intimidación, coacción o amedrantamiento que les condicione, ni en la ley antidesahucios ni en nada. Si Soraya Sáenz de Santamaría es vicepresidenta es porque es firme en sus principios. Si el Gobierno actuara por populismo o intimidación, entonces España estaría ya rescatada y mucha más gente quedaría sin hogar y tendría problemas mayores".