Los etarras Saioa Sánchez, Asier Bengoa y Mikel Carrera Ata, podrían ser condenados por el asesinato a los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapote el 1 de diciembre de 2007 en Capbretón. Y todo, gracias al olor corporal, que en Francia, donde se celebra el juicio, sí es admitido como prueba pericial. En España esta "prueba del sudor" no es válida.
Los agentes de la policía científica recogieron las muestras de la cafetería Les Ecuriels de Capbreton donde los terroristas localizaron a los guardias civiles que estaban de paisanos. Gracias a sus muestras de sudor y a las muestras de ADN se pudo confirmar la presencia de los terroristas en el lugar, y ahora, según El Mundo, podría ser vital para condenarles a cadena perpetua.
Hasta el próximo 24 de abril los tanto Sánchez como Bengoa y Carrera serán juzgados en la Cour d'Assises; donde también comparecerán Ibon Goieaskoetxea Arronategi, Eider Uruburu Zabaleta, Garikoitz Aspiazu Rubina Txeroki e Iratxe Sorzabal Díaz. También se les considera implicados de algún modo en este del primer atentado de la organización terrorista ETA contra agentes españoles en suelo francés.