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Cristina de Borbón: más de un año esquivando el banquillo

En reiteradas ocasiones durante más de un año, los intentos de Diego Torres por implicar a la infanta en el caso Nóos fueron desactivados.

El nombre de Cristina de Borbón ha estado sobrevolando cada uno de los hitos del caso Nóosen el que su marido, Iñaki Urdangarín, es uno de los principales acusados junto a su socio Diego Torres. Desde el principio, todo el peso de la Ley amenazaba con caer sobre éste último y su esposa Ana María Tejeiro. Así, durante 2012 y lo que va de 2013, la estrategia de defensa de éste se centró en sacar a relucir –mediante la entrega al juez de una amplísima colección de correos electrónicos con el Duque de Palma- la implicación del Duque de Palma y de la infanta Cristina en la toma de decisiones en Nóos.

Precisamente, a comienzos del año 2012, en enero, El Mundo publicaba que gracias al dinero público que se desviaba del Instituto Nóos, Cristina de Borbón ganó 571.000 euros en solo tres años de actividad de Aizoon, una empresa montada a medias con su marido, Iñaki Urdangarín. Días después, el 18 de febrero, el exdirector general de Deporte de Baleares, José Luis Pepote Ballester, desvinculó a la infanta Cristina de los contratos suscritos por Nóos con el Gobierno balear en su declaración ante el juez. La infanta Cristina contaba con el primer apoyo de cara a los esfuerzos del Ministerio Público por mantener sacar a relucir la ausencia de pruebas para imputar a la infanta.

Sólo unos días después, el 25 de febrero, Iñaki Urdangarín acude a los juzgados de Palma. Fue la ocasión en la que el Duque de Palma se detuvo ante la nube de periodistas que se agolpaban a las puertas del juzgado y declaraba que acudía a "aclarar la verdad de los hechos y a defender mi honor". Ante Castro, carga toda la culpa sobre Torres y exculpa a la infanta.

La semana siguiente el Juez José Castro aborta un nuevo intento de llevar a la infanta Cristina ante la justicia como imputada por el caso Nóos. Lo hace desestimando la petición del sindicato Manos Limpias para imputar a la infanta. Pero el ex socio de Urdangarin, Diego Torres, continúa entregando correos electrónicos. Así, en abril el juez Castro decide incorporar a la investigación del Instituto Nóos los nuevos correos electrónicos aportados por Torres, en los que supuestamente el duque de Palma menciona al rey Juan Carlos y a la infanta Cristina en sus actividades.

En agosto de aquel año, la familia Urdangarín Borbón se traslada desde Washington, donde habían establecido su residencia, hasta Barcelona. La explicación pública del duque de Palma fue que tenían la "intención de volver a desarrollar con la compañía –Telefónica, para la que trabajaba- nuevas actividades en el futuro".

Ya en 2013, en enero, El País publica que Urdangarín empleó la sociedad que comparte con la infanta –Aizoon- para defraudar a Hacienda. Por este motivo, el juez llamó a declarar de nuevo a Urdangarín y a su socio para que dieran explicaciones de un fraude que ascendía a 470.000 euros.

Después de las declaraciones ante el juez Castro del secretario de las infantas, Carlos García Revenga, y de que la Casa Real tuviera que desmentir presiones sobre la infanta Cristina para que se divorciase de Urdangarín, el 16 de febrero Diego Torres asegura en su declaración ante el Juez que él y el duque de Palma trataron sus negocios con Camps y Barberá (en 2004 sobre el Valencia Summit) desde Zarzuela y que en esas reuniones la infanta Cristina era parte de éstas y tomaba decisiones. De nuevo se vuelve a solicitar la imputación de la infanta.

Y de nuevo, su marido trata de desvincularla del caso. Se produce el 23 de febrero, cuando Iñaki Urdangarín, en una declaración leída ante Castro, volvía a exculpar a su mujer y negaba que se produjera reunión alguna en el Palacio de la Zarzuela. Su abogado, Mario Pascual Vives, anunciaba que impugnaría los correos electrónicos aportados por su exsocio Diego Torres. Entretanto, Manos Limpias pide al juez que investigue si tanto Urdangarín como su socio Torres y sus respectivas esposas se habían acogido a la amnistía fiscal. El juez accede a la petición. Un día después era la Fiscalía quien aseguraba no ver ningún indicio de delito contra la Casa Real ni contra la infanta Cristina en el caso Nóos.

Con la intención de aclarar finalmente si la infanta Cristina acudía a las reuniones de la cúpula de Nóos, como aseguraba Diego Torres, solicita las actas del Instituto. Días después, las actas de Nóos decían que la infanta no participó en las reuniones de la Junta Directiva.

A finales de marzo, el mismo domingo de Ramos, Diego Torres envía al juez Torres nuevos correos -hasta 30- con la intención de implicar a la infanta Cristina en la investigación del caso de corrupción. Así, en algunos de estos correos, Urdangarín pide consejo a su esposa sobre asuntos relacionados con el Instituto Nóos y le pone al corriente de comunicaciones del mismo que posteriormente fueron remitidas a los socios.

Finalmente, este miércoles 3 de abril el juez del caso Nóos, José Castro, contra el criterio de la Fiscalía, imputa a la infanta Cristina que tendrá que comparecer ante él el próximo 27 de abril. 

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