Los tres aparatos despegaron ayer miércoles, a primera hora de la mañana, de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y llegaron este jueves a bordo de un avión de carga Antonov An-124 de la empresa Ruslan International, alquilado por el departamento que dirige Pedro Morenés para la ocasión.
En la base española de Afganistán les esperaban el personal español del CATO (Operaciones de transporte aéreo combinado, por sus siglas en inglés) y miembros de la Unidad de Helicópteros del Ejército de Tierra en el país asiático (Aspuhel), que sacaron los tres helicópteros de las tripas del Antonov y comenzaron la preparación para dejarlos plenamente operativos.
A la instalación española había llegado el pasado 19 de marzo el personal del Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA) nº 1, con base en Almagro (Ciudad Real). Un total de 32 militares entre pilotos, mecánicos y personal de Plana Mayor, que han estado preparándose sobre el terreno para familiarizarse con el teatro de operaciones.
Los Tigre estarán destinados a tareas de protección de convoyes terrestres, la escolta de otras formaciones de helicópteros, misiones de ataque a objetivos cercanos a fuerzas propias (Close Combat Attack), así como de reconocimiento táctico, demostraciones de fuerza y seguridad y vigilancia (overwatch).
La llegada estos aparatos supone para la Unidad de Helicópteros en Afganistán alcanzar su máxima dimensión desde que inició su despliegue en el país asiático en septiembre de 2004. La unidad cuenta ahora con tres HT-17 Chinook, tres HT-27 Cougar y los tres HA-28 Tigre.