Rosa Díez escribe este lunes una tribuna en El Mundo para salir en defensa de los cargos que han sufrido el acoso de indignados y miembros de la plataforma contra los desahucios y advertir de los verdaderos propósitos de estos. La diputada de UPyD sentencia que "no es aceptable" el "cambio de nombre de las cosas" para "enmascarar las acciones más viles y cobardes", el "silencio cómplice de quienes aplauden" a los que llaman en el Congreso asesinos a cargos del PP, la postura de algunos medios "teorizando sobre la legitimidad" del acoso y la justificación de actos que "violan los derechos más esenciales", como la libertad de expresión o el derecho a la intimidad.
Añade Rosa Díez en el artículo, titulado No, que tampoco es aceptable que unos ciudadanos "se crean con el derecho de sustituir a quienes han sido elegidos en las urnas" y sentencia que "no hay ninguna disculpa" para "tolerar lo que está ocurriendo, en alusión al acoso que han sufrido cargos del PP como Esteban González Pons en su domicilio o cargos del PP gallego este fin de semana en Pontevedra.
La diputada recuerda que esos diputados a los que ahora acosan permitieron con sus votos la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular contra los desahucios. "Perdieron toda la legitimidad el mismo día que se aprobó, cuando en vez de celebrarlo decidieron insultar a quienes habían posibilitado, con su voto mayoritario, que se tramitara", dice en alusión a la tensión que se vivió en dicha sesión en la tribuna de invitados.
Díez compara después los episodios vividos en los últimos días con lo que ella misma ha experimentado en el País Vasco: "A todas esas cosas las denominaron kale borroka; pero era terrorismo. A esto le llaman escrache; pero es acoso. Acoso cobarde, acoso vil, acoso radicalmente inaceptable".
La diputada pide que no haya "impunidad para estos hechos", ni para ellos ni para quienes los protegen o justifican". Afirma que la injusticia "no se combate con más injusticia" y "hay pocas cosas más cobardes, más rastreras, que acosar a unos niños en su domicilio", en referencia a los hijos de González Pons.
Díez, tras advertir que estos individuos pretenden "imponer su voluntad a las de los legisladores", afirma que su partido no está "dispuesto a consentirlo" y que nunca consentirá que "la algarada, promovida hoy por unos y mañana por otros, sustituya al Parlamento". La dirigente de UPyD se compromete a no ceder "ni un milímetro" ante las amenazas y a no renunciar a "defender la democracia".