El director de El País, Javier Moreno, ha reconocido este miércoles que nunca ha visto ni ha dispuesto de los originales de los documentos que el periódico atribuye a Bárcenas y, por esta causa, no ha podido facilitárselos al juez. A falta de originales, Javier Moreno ha explicado al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz cómo se corroboró la veracidad de las fotocopias de los papeles manuscritos atribuidos al extesorero del PP Luis Bárcenas que supuestamente reflejan una contabilidad paralela en la formación política.
En declaraciones a los periodistas después de comparecer como testigo durante una media hora ante el juez Ruz, Moreno ha explicado que se ha acogido al secreto profesional durante su comparecencia y no ha revelado la fuente que entregó a su periódico las fotocopias de los papeles que publicó su periódico el 31 de enero.
El director ha explicado que le ha relatado lo mismo que se publicó en su periódico a raíz de la demanda del PP contra El País sobre cómo se gestionaron las fotocopias de los papeles. Moreno ha dicho que ha explicado al magistrado "las gestiones con las distintas fuentes" que les "llevaron al convencimiento de la veracidad de los documentos y su consiguiente publicación", pese a no disponer de los originales.
En concreto, ha indicado al juez las gestiones de "comprobación" de las fotocopias y el informe de un perito caligráfico que corroboró que la letra era de Bárcenas y que era "coherente con el periodo temporal de los papeles".
"Es el relato que el periódico ya ha explicado en varias piezas informativas y en varios editoriales y que le he trasladado al juez", ha apostillado. Javier Moreno ha contestado a las preguntas formuladas tanto por Ruz como por el fiscal y los abogados de los extesoreros 'populares' Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta.
Durante el interrogatorio, el director del periódico del grupo Prisa ha explicado también que vieron por primera vez esas fotocopias en el año 2010 y que desde entonces estaban persiguiendo la noticia.
Aseguró además que, cuando se le ha preguntado por la persona que le entregó las fotocopias de los manuscritos, se ha acogido al secreto profesional amparado en el artículo 20 de la Constitución.