Ana María Gallart está a punto de saber si es hija de Juan March, el fundador del imperio March, ya que el pasado jueves fueron exhumados los restos del banquero para hacer una prueba de ADN.
Gallart ha contado su historia en esRadio y cómo lleva muchos años luchando por saber si es hija del millonario mallorquín, algo que podría suponer además un reconocimiento de varios millones de euros.
Cuando estaba haciendo el papeleo para casarse con veintiún años sus padres adoptivos le contaron que era adoptada algo que, como ha confesado, "no es plato de buen gusto". Además le pidieron que no investigara quiénes eran sus padres biológicos. Ella lo cumplió "a rajatabla" incluso cuando, pasados los años, encontró cierta documentación en la que apuntaba a que su padre era Juan March.
Una vez que murió su padre adoptivo le picó la curiosidad por saber sus orígenes y comenzó a investigar. Ana María Gallart ha contado que cuando fue a la justicia "llevaba 3 años investigando para poder presentar una documentación verídica". Hay "varios testimonios de personas que lo sabían".
La familia March le pidió que no siguiera adelante. Ana María ha contado que le llamaron "a los pocos días de saberse lo de exhumación" para decirle "que no lo hiciera" y "que ellos sabían que no era su hija". Ha dicho que "tenía mucho interés en saberlo" y siguió adelante con la exhumación pese a que por sus creencias religiosas era algo que no le ha "hecho gracia".
El juez le dijo que "no había otra forma" de saber con seguridad si es o no la hija de Juan March y al final siguió adelante la exhumación. A la que no pudo ir por estar cuidando de su "madre adoptiva, que tiene 96 años". Sin embargo su abogado, el procurador y el equipo forense que lleva el caso sí estuvieron presentes.
Ana María no sabe muy bien cuánto tiempo puede tardar en salir los resultados ya que a ella no se los han recogido todavía pero calcula que de "tres a seis meses" lo podrían saber, aunque "depende del juzgado".
Uno de los puntos clave del reconocimiento de Ana María como hija del millonario mallorquín es la extensa fortuna que todavía tienen sus herederos y de la que le correspondería una parte. Ella ha comentado que en el caso de que sea positivo el análisis de ADN no cree que "la familia March me acepte" porque "ellos son poderosos y yo una persona humilde". Ha afirmado que si consigue el dinero lo va a utilizar para "ayudar a la gente" que lo necesita.
Sobre su madre biológica ha contado que la dejó "en un asilo" pero luego intentó localizarla pese a que no lo consiguió. Le han contado que "está comprobado que tuvo algún tipo de relación con March" y que "era muy trabajadora" y se parece a ella.