El mayor contratista de la Fundación Ideas ha resultado ser Isidoro Cueto, el constructor gallego que hizo la reforma de la vivienda de José Blanco cuando éste era vicesecretario general del PSOE. Según informa El Mundo, la fundación socialista contrató a la empresa Aldama Recursos Constructivos y le pagó un millón de euros entre 2010 y 2011.
La Udef sitúa a Cueto entre los accionistas clave de la empresa que se ocupó en 2007 de la reforma del chalé de Blanco y que es uno de los episodios investigados por si el exministro cometió delitos de cohecho y tráfico de influencias.
La unidad policial ha pedido al juez recabar información de Cueto, contratado posteriormente por la fundación socialista. Todos los pagos en la Fundación Ideas eran controlados por el gerente de esta institución y a la vez del propio PSOE, Xoán Cornide. En aquellas fechas, el director de la fundación era Carlos Mulas, destituido en enero tras descubrirse que él y su esposa, Irene Zoe Alameda, cobraban a la institución por informes injustificados y por inventar a una proveedora, Amy Martin, que llegaba a cobrar 3.000 euros por artículo.
El encargo de la Fundación Ideas a Cueto era "la construcción del centro de estudios del PSOE en la calle Delicias de Galapagar (Madrid)", según asegura a El Mundo Diego Bellido, abogado de Pretersa –una empresa subcontratada por Cueto-. Según su versión, el PSOE era el verdadero propietario del inmueble, pero utilizó a la fundación para pagar la obra, vinculada al Instituto Jaime Vera –actualmente integrado en Ideas-.
Jorge Dorribo declaró en el caso Campeón que fue Cueto el que hizo la reforma en la vivienda de Blanco, dentro de una operación de empresarios gallegos para agasajar al dirigente socialista a cambio de favores. Según la Policía, la obra para Blanco fue realizado por la sociedad Trepia, de la que eran accionistas claves, entre otros, el propio Cueto a través de Asopeis Desarrollos e Inversiones y el vicepresidente del grupo de transportes Azkar, José Antonio Orozco.
Cornide, quien se reunió con Amy
Xoán Cornide, el gerente del PSOE y la Fundación Ideas, que cerró la contratación de la constructora que reformó el chalé de Blanco, ya protagonizó una polémica intervención en el llamado caso Amy Martin. El máximo responsable de las finanzas del partido socialista firmó un sorprendente contrato en el que se decía que él mismo se reunió con la inexistente escritora y que, tras comprobar su documentación estadounidense, la contrató para Ideas por hasta 3.000 euros por artículo.
Tras destaparse el escándalo, Alfredo Pérez Rubalcaba reafirmó su confianza en Cornide, que también fue investigado –sin consecuencias- por la Fiscalía Anticorrupción por la amistad que mantenía con Pablo Prada, presidente de la constructora gallega Extraco. Cornide se ofreció a ayudarle para conseguir obras públicas.