El diario El Mundo recoge en su edición de hoy una crónica y un artículo de Eduardo Inda, adjunto al director del diario y colaborador de Es la mañana de Federico en esRadio, en los que describe, con todo lujo de detalles, los puntos más destacados de la declaración de siete horas de Diego Torres ante el juez Castro sobre el escándalo que envuelve al Duque de Palma, Iñaki Urdangarin.
Detalles como la "tenue sonrisa burlona" con la que Diego Torres contaba que él pensaba que todas sus actividades en Nóos eran lícitas y legales porque "todo lo que hacíamos contaba con el visto bueno de la Casa Real" y añadía que "siempre creímos que lo que hacíamos estaba bien hecho".
Correos, ciclismo y mujeres desnudas
Estos detalles alcanzan también el contenido de alguno de los correos electrónicos que iba sacando Torres para reforzar su argumentación ante Castro. En uno de ellos, "remitido por el duque de Palma al secretario de las Infantas en 2003, el marido de Cristina de Borbón le anunciaba entonces en tono de broma que se iba a dedicar de lleno al ciclismo. Tras esta revelación, este correo reproduce una imagen de varias mujeres desnudas montando en bicicleta". Un detalle que lejos de tener una relevancia extraordinaria para el escándalo de corrupción, sí que abunda en el humor del Duque que llegó a firmar como "el Duque em-palma-do...".
Fue después de este correo electrónico cuando Torres habló de la reunión en Zarzuela, con Camps y Barberá para acordar la celebración de los "millonarios foros bautizados como Valencia Summit". Camps ha negado ya su asistencia a dicha reunión. Torres contó que tras la reunión, Urdangarín apareció con una lista de las empresas a las que debían pedir dinero para sus proyectos.
La infanta "al corriente de todo"
Según cuenta Inda, Torres se había "plantado orgulloso ante el magistrado" para arrancar su declaración con un testimonio de gran relevancia: "Todas las decisiones del instituto las adoptábamos los miembros de la Junta Directiva de Nóos, incluida la Infanta. Cada uno tenía diferente nivel de responsabilidad, pero las decisiones las adoptábamos conjuntamente". Al mismo tiempo, describía la implicación de la infanta: "Iñaki me hacía continuos comentarios de que –la infanta- estaba al tanto y de que le había comentado tal o cual cosa". Tanto es así que, siempre según Torres, la infanta acompañó a Urdangarín y a su socio "a buscar un solar para cambiar la sede de Nóos".
El caso es que ahí no queda la revelación de Torres. También dijo que "la Casa Real" tenía "el conocimiento de cuanto ocurría" en el seno de la entidad. Cada movimiento, que se producía en Nóos era "supervisado, tutelado y controlado" por la Zarzuela, dijo. E insistía en que "la Casa Real estaba al corriente y lo sabía todo". También sacó un correo electrónico en el que quedaría constancia de que el Rey "consiguió un patrocinador" para el instituto.
La Casa del Rey también aparece involucrada en la figura de García Revenga, secretario personal de las infantas y asesor de la Casa del Rey. "No cobraba pero controlaba todo", dijo Torres.
En cualquier caso, pese a los esfuerzos de Torres para lograr la imputación de la infanta Cristina, parece que ni Castro ni la Fiscalía han encontrado aún elementos suficientes para tomar esta decisión. Según los investigadores, estaría más cerca la citación del conde de Fontao, como testigo o imputado, que la de la infanta.
Para Eduardo Inda, "el testimonio de Torres y los hechos probados hacen inevitable la imputación de la infanta". En cuanto al Rey, "eran más favores de suegro que tráfico de influencias" ya que "Don Juan Carlos tiene más altos menesteres".
Corinna y el Rey
Otro de los nombres que dejó caer Torres durante su declaración fue el de la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey. Dice que Urdangarin envió personalmente a la princesa alemana un currículum para que tratase de colocarlo en la Fundación Laureus, una organización relacionada con el deporte y con la que Corinna colabora de forma activa. En el correo electrónico aclara que se dirige a ella siguiendo las indicaciones del Rey Don Juan Carlos.
El abogado de Urdangarín
Torres parecía no querer dejar títere con cabeza. Dijo que el abogado de su ex socio, el Duque de Palma, el ya célebre letrado Mario Pascual Vives, le ofreció durante la investigación judicial pagarle las cosas de su defensa legal y garantizarle un empleo a cambio de que no tirase de la manta del caso Nóos.