La detective E.V., una de las responsables de la agencia Método 3, ocultó en el centro floral de la mesa que compartieron Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez Martín -en el restaurante La Camarga, de Barcelona- el micrófono que registró la conversación que mantuvieron la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola y la presidenta del PP catalán, en la que trataban de las corruptelas del primogénito del expresidente de la Generalidad catalana.
Según informa El Mundo, la detective encargada de la operación es amiga del dueño del local y mantiene una estrecha relación con el cliente, el exsecretario de Organización del PSC, José Zaragoza.
Método 3 utilizó para la ocasión un micrófono de alta sensibilidad fabricado en Estados Unidos, peculiaridad que permite, según coinciden fuentes del sector, que los equipos no tengan interferencias y que la calidad del sonido sea máxima.
El lugar escogido para disimular la presencia del micrófono y que este pasara inadvertido fueron las flores de la mesa, lo que permitió que la conversación fuese registrada con la misma calidad que si la líder del PP catalán y la ex de Jordi Pujol Jr. hubieran estado dialogando ante los micrófonos en un estudio de radio.
Fuentes próximas a esta operación aseguran al diario de Unidad Editorial que cada detalle del dispositivo fue reportado al exsecretario de Organización del PSC, con quien la detective encargada también mantiene una estrecha relación de amistad.
No en vano, fue E.V. quien consiguió captar a Zaragoza como cliente para la prestigiosa agencia de investigación barcelonesa, que se hizo mundialmente famosa al descubrir, en colaboración con el citado periódico, que el exespía Francisco Paesa, al que se había dado por muerto, seguía con vida.
Además, Zaragoza exigió que en ningún caso figurase en el expediente de Método 3 registrado con el número 20718/1036 ni en el posterior informe instantáneas de la dirigente popular.