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Conmoción total en el PP a la espera de que hable Rajoy

El país espera la versión de Rajoy. La presión es enorme: sus barones le exigen "explicaciones". El Gobierno niega inestabilidad institucional.

Pocas veces el presidente ha soportado una presión tan grande. No sólo su partido está pendiente de sus explicaciones, España en general está a la espera de que tome la palabra y dé su versión de los hechos. Más aún, de que anuncie medidas concretas. Se habla de la posibilidad de que presente su declaración de la renta o de que demuestre con datos que las cifras en la contabilidad manuscrita de Luis Bárcenas que le implican no corresponden a pagos en B, o son simplemente falsas.

Las dudas se multiplicaron en una jornada de enorme presión. En Génova, pero principalmente en la Moncloa. En un gesto de normalidad, Mariano Rajoy presidió en hora -las diez de la mañana- el Consejo de Ministros. Sin sobresaltos se abordaron temas importantes, como el plan para contener los costes del sistema eléctrico. Una fotografía de calma en pleno huracán interno, con varios ministros muy preocupados. "Es feo, sea o no legal. Muy feo", resumía uno de ellos en conversación informal. Muchos hablaron del asunto en los pasillos.

A la vicepresidenta, su jefe le vino a decir que no se comiera ella el marrón. "Una cosa es el partido y otra el Gobierno", que tiene una mayoría parlamentaria amplísima y la obligación de seguir ejecutando un intenso programa de reformas, fue el argumento. "El presidente dará a conocer su posición a los ciudadanos en una comparecencia", desveló Soraya Sáenz de Santamaría. Será en una intervención "abierta a los medios de comunicación" ante su Comité Ejecutivo, informó el PP a través de mensaje de texto. No se aclara si después habrá rueda de prensa.

En la reunión estarán, de nuevo, sus barones territoriales, alarmados. Ignacio González, Alberto Núñez Feijóo, José Antonio Monago... prácticamente todos han reclamado "explicaciones" urgentes. El veterano Pedro Sanz, presidente de La Rioja, fue un paso más allá: "Hay que pedir perdón a los ciudadanos por el espectáculo".

Pero, ¿qué anunciará Rajoy? Fuentes populares aseguraron a este diario que la investigación interna aún no ha terminado. Carmen Navarro, la nueva tesorera, está "desbordada", aseguran. Algunos cargos hablaron de lista de "posibles sospechosos", pero ningún portavoz lo confirmó oficialmente. Se harán públicas las declaraciones juradas de la cúpula, incluido el jefe.

Soraya: "El Gobierno está estable"

En la comparecencia posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, doce años al lado de Rajoy y su más fiel compañera en los malos y buenos momentos, sólo se saltó el guión en una ocasión, para defender el honor de quien le convenció para que entrara en la vida política: "Lo que he visto siempre en Rajoy es una conducta ejemplar, nunca le he visto saltarse una norma y siempre ha dado ejemplo de una vida recta y al servicio público", fueron sus palabras.

El mensaje que Sáenz de Santamaría quiso mandar fue nítido: "Este Gobierno es un gobierno estable", dijo. Esto es, no hay crisis institucional, pese a que así se haya vendido por la prensa internacional a medio mundo. "Viernes tras viernes, reformas", puso como ejemplo de esa normalidad de puertas para afuera.

De las once preguntas que contestó, diez fueron relativas al caso Bárcenas. La vicepresidenta, tras concertarlo con Rajoy, insistió: "Desde esta mesa yo no hablo de formaciones políticas, hablo del Gobierno. El Gobierno está trabajando". Por lo que, sobre la posibilidad de que hayan existido sobresueldos opacos en el partido que le sustenta, "me remito a lo que el PP haya dicho".

No entró en la posible existencia de una campaña contra el presidente, como denunció María Dolores de Cospedal, o de un intento desestabilizador, como también se ha sugerido. Luis de Guindos, sentado a su izquierda, hizo uso de los últimos datos que ofrecía el mercado de bonos para reiterar que de inestabilidad nada: "No va a tener ningún impacto en la credibilidad de España", zanjó. Incluso, la prima de riesgo ha bajado, puso como ejemplo.

El pacto contra la corrupción

La segunda idea que machacó Sáenz de Santamaría es que las instituciones funcionan: "La Fiscalía acusa y los tribunales juzgan". También el poder ejecutivo, y de ahí que se haya avanzado en el pacto contra la corrupción que quiere conscitar el apoyo de los grupos. "Algunos dicen en público que sí, pero en privado, cuando le dices que vamos a bajar las subvenciones, ponen el grito en el cielo", recalcan, no obstante, desde el Gobierno. La vicepresidenta aseguró que habrá "medidas concretas" tanto en el ámbito legal como procesal.

Finalmente, a Sáenz de Santamaría se le abordó, en concreto, por el "hartazgo" ciudadano. "Puedo comprender", respondió, "que en momentos de dificultad se exijan explicaciones", si bien hizo una firme defensa a la clase política en general. "No se puede extender el comportamiento de uno con el de todos. Indudablemente, todavía más, confío en el trabajo honrado de los ciudadanos", enfatizó.

Durante toda la tarde y parte de la noche, Rajoy estuvo en su despacho, siendo asesorado por los suyos. Ya no se dice eso de que "está tranquilo". La preocupación es patente, y muchos temen que la crisis tampoco se cierre este sábado. También hay mucha indignación: "¿Qué hacemos, nos querellamos contra todos?", se encendía un ministro. Lo único evidente, se dice en un PP bloqueado hasta el extremo, es que el presidente tiene que dejar de esperar a que escampe. De sus palabras depende no sólo la estabilidad de Génova, sino también del Ejecutivo. 

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