Abdón Núñez y María José Siñériz, letrados de las familias de dos de las víctimas, Belén Langdon y Cristina Arce, respectivamente, lo han expresado así tras visionar durante cuatro horas en la Jefatura Superior de Policía las imágenes grabadas en seis pasillos de acceso al recinto la noche de los hechos que provocaron la muerte de cinco jóvenes.
Siñériz ha considerado que es sorprendente que a una hora tan concreta y de forma sincronizada, en momentos previos a la avalancha mortal, alguien decida cerrar las puertas, cuando hay una acumulación de personas en la pista central, que se convierte en "una jaula herméticamente cerrada porque no hay una sola salida".
Entre las personas que ha reconocido en las imágenes, la abogada ha aludido al propietario de la empresa Kontrol 34, Carlos Manzanares, en un pasillo dando instrucciones a personas vestidas con chaleco amarillo, y al doctor Simón Viñals abandonando el recinto a las seis de la madrugada. Núñez ha confirmado la entrada de 2.500 o 2.600 personas hasta el punto de que la puerta de emergencia se colapsa y ya no pueden entrar, ni salir, antes de subrayar que "lo que se ha visto es tremendo".
"Estar ahí dentro debió ser angustioso para todo el mundo, no solo para las pobres niñas", ha manifestado el letrado, quien ha recalcado las grabaciones reflejan "lo espeluznante que ha sido todo". Entre otras conclusiones, Núñez ha destacado que queda acreditado que hay sobreaforo, que hay un elevado número de personas que accede sin entrada y que se encierra a las personas "sin ningún tipo de medida de seguridad ni capacidad para escapar".
Además, ha resaltado que hay que comprobar si se vendía poco alcohol porque hay una veintena de barras, que la llegada de las niñas a la enfermería se ve obstaculizada porque han cerrado una puerta que tendría que haber estado abierta y que la gran salida de emergencia está cerrada toda la noche hasta que llega un señor y dice que hay que abrirla, pero no para que saliera la gente, sino para que entrara.
"Muchos pasillos tenían las puertas cerradas"
Por su parte, el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, ha subrayado que parece confirmarse que muchos de los pasillos de entrada y salida a la pista central, donde se desarrolla el evento, tenían las puertas cerradas hasta las tres y media o tres y cuarto de la madrugada. Moix ha precisado que el pasillo donde se producen los hechos "no tiene cámara" y, al respecto, ha opinado que "nadie podía prever con antelación que ahí se iba a producir esta tragedia", si bien ha apuntado que mañana verán las imágenes grabadas en el cuadrante donde desemboca ese pasillo.
Ha detallado que, a partir de las 2:40 horas de la madrugada, se abre la puerta de emergencia -con un mando a distancia- y se empieza a registrar una importante afluencia de personas.
La abogada del colectivo Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en el proceso, Virginia López Negrete, ha coincidido en destacar que a las tres y cuarto se cierran todas las puertas de acceso a la pista central a la hora del concierto de Steve Aoki, lo que produce "un embotellamiento". López Negrete también ha destacado las imágenes de la salida de la enfermería del doctor Simón Viñals a las seis y media de la mañana o de la entrada de unas 2.500 personas procedentes del "botellón" andando "correctamente".