Esperanza Aguirre puso la primera piedra de la que está llamada a ser toda una revolución política y que, de nuevo, retratará a la dirección nacional de su formación. El PP de Madrid, que ella preside, ya prepara un proyecto para que ningún cargo de estas siglas pueda serlo si antes "no ha cotizado a la Seguridad Social". Esto es, que no hayan trabajado "en algo" previamente, convirtiendo el carnet popular en su única carta de presentación.
El debate no es nuevo. De hecho, hasta José María Aznar se pronunció en alguna ocasión en este sentido, sin mucho éxito en cuanto a efectos se refiere. En privado, son incluso mayoría quienes piensan como Aguirre -no ha habido tantos Abogados del Estado en la primera fila política como con el PP-. Pero, de nuevo, es la líder liberal quien ha ido un paso más allá, al anunciar un documento concreto.
El informe estará listo en el Congreso del PP de Madrid, para el que todavía no hay fecha, y después se elevará al nacional por si Mariano Rajoy lo quisiera incluir a su ideario. "Tendrán que haber trabajado antes en alguna otra cosa", insistió Aguirre, en declaraciones a Telecinco. En su opinión, lo que no es posible es que en la Ejecutiva socialista, por poner un ejemplo, "ninguno haya hecho otra cosa" que hacer política, acogiéndose a unas revelaciones de Joaquín Leguina.
"No podrá ir a un cargo público ni a un escaño ni a un puesto directivo importante quien no haya cotizado a la Seguridad Social en otra cosa, que no haya sido autónomo, empresario, que no haya hecho otra cosa distinta en su vida", esgrimió. Ésa es la línea roja, que será puesta por escrito. "Ya verás tú cómo cambiaría rápidamente el panorama", ironizó. La clave es que la política "no se convierta en una cosa de mediocres funcionarios sino el lugar donde van los mejores".
Cuando aún estaba al frente de la Comunidad, Aguirre siempre fue de la idea de que el político "tiene que tener una actividad profesional antes y después" del puesto en cuestión, rememora su equipo. Especial fue su empeño para que los miembros de Nuevas Generaciones "terminaran la carrera" antes de entrar en el estamento de la formación.
En Génova se acogió la idea con escepticismo. "No se pueden establecer reglas generales" en este marco, adujo un miembro de la dirección nacional. Oficialmente se insistió en que todavía son "declaraciones" y no "un proyecto". Lo importante, a juicio de la cúpula, es que los cargos del PP "estén conectados a la realidad", y eso "es difícil de medir".