La exalcaldesa de Lizarza y exportavoz del PP en las Juntas de Guipúzcoa, Regina Otaola, censuró este jueves que en la comunidad vasca haya dirigente políticos dispuestos a hacer de tripas corazón para pactar con formaciones como Bildu, en clara alusión a los dirigentes del PP vasco, como Borja Semper o Javier Maroto, que se han mostrado partidarios de ello en las últimas semanas.
"Un político no puede hacer dejación de funciones de sus principios éticos. Si no, no puede ser referente de nada", dijo. Tras lo que señaló que "no sé cómo se puede proyectar un futuro mejor con los proetarras en las instituciones". "No es posible encerrar a un cordero y a un lobo en una jaula y esperar que no pase nada", añadió.
Otaola pronunció estas palabras en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, durante la presentación de El Precio de la Libertad, el libro que ha escrito junto al periodista guipuzcoano Jorge Mendiola –quien fuera su jefe de prensa– y en el que cuenta su experiencia en la política vasca y cómo fueron los cuatro años que estuvo al frente del ayuntamiento de Lizarza.
Aseguró que en la comunidad vasca "hay cadenas invisibles que amordazan a las personas" y que "los derechos de los ciudadanos se ven sojuzgados por los terroristas y sus cooperadores necesarios, que son muchos".
La exdirigente del PP recordó cómo al principio de su andadura en Lizarza muchos medios de comunicación la arroparon, pero no tantos fueron los que la acompañaron hasta los últimos días en el puesto. Así pues, quiso agradecer su apoyo especialmente a Libertad Digital –algunos de sus post en el blog de LD forman parte del libro– y al director informativos de esRadio, Dieter Blandau, quien escribe el prólogo del libro.
También tuvo palabras de agradecimiento para el expresidente del Gobierno José María Aznar, el exministro del Interior Ángel Acebes, la expresidenta del PP vasco María San Gil y el líder del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja. A lo que se unió un emotivo recuerdo al que fuera diputado y líder del PP guipuzcoano Gregorio Ordoñez, quien fue asesinado por ETA en enero de 1995.